Otero lo intenta por quinta vez

María Jesús Otero. / Ángel González

Gijón, R. GARCÍA

Dentro de once días se cumplirán seis meses desde que la que fuera directora general de Planificación y Centros de la Consejería de Educación asturiana, María Jesús Otero, ingresara en la prisión de Villabona acusada de los delitos de cohecho, tráfico de influencias, fraudes y exacciones fiscales y negociaciones prohibidas para funcionarios. Después de medio año en prisión, el abogado que representa a la imputada, Ángel Bernal, asegura que ya no concurre «ninguno de los requisitos exigibles» para que su cliente permanezca en prisión, por lo que el letrado ha solicitado por quinta vez al juez instructor la puesta en libertad de su cliente. Otero está viviendo, en palabras de su abogado, una situación personal «dramática».

El letrado mantiene que transcurridos seis meses de prisión la situación de Otero Rebollada «está causando unos gravísimos perjuicios tanto a mi representada como a su familia». Los problemas físicos «limitan el movimiento» de la ex alto cargo regional, a la que afectan intensos dolores a los que hay que añadir, tal y como se refleja en los informes médicos enviados al Juzgado, «una reacción depresiva profunda que la tiene sometida a medicación». Otero ha sufrido en las últimas semanas taquicardias, vómitos, pérdidas de peso y de memoria. El drama personal, en palabras de su abogado, «se agrava por momentos». El letrado ha aportado a su argumentación una carta en la que se expresa la «profunda y estrechísima relación» que Otero mantiene con su hermana, una mujer de 80 años que vivía con ella hasta el momento del arresto y que ha sido siempre «dependiente de María Jesús desde que se quedó viuda». La hermana de Otero padece «una profunda y grave depresión que la está haciendo sufrir enormemente».

Ángel Bernal mantiene que no existe riesgo de fuga o de destrucción de pruebas, tal y como habían argumentado en su día los jueces para continuar con la prisión provisional de su defendida, «la prisión sólo puede mantenerse por ese motivo durante seis meses, no hay en la causa indicio alguno sobre que mi representada tenga medios materiales o contactos en el extranjero». Actualmente el Juzgado de instrucción investiga, sin embargo, si Otero cuenta con posesiones en el Reino Unido. «Si fuera así», argumenta el abogado, «no habría problema alguno en embargarlo». La fuga supondría, según este abogado y parafraseando a autores como Aguilera de Paz, «una serie de privaciones terribles, sacrificios extraordinarios y la pérdida de relaciones de toda la vida». La hermana de la imputada podría incluso ofrecer su «aval personal poniendo todo su patrimonio en garantía». Bernal no se opone, sin embargo, a la retirada del pasaporte de María Jesús Otero, a la que se podría impedir la salida del país obligándola a «ir a firmar» cada semana a los Juzgados.

El letrado expone, además, otros casos «similares» de corrupción en los que los imputados, de diversas partes de España, se encuentran en libertad con cargos y compara la situación de Otero con la de otros imputados como Iglesias Riopedre, actualmente en libertad, asegurando que existe una «evidente desigualdad sin ninguna justificación».