El PSOE advierte a Renedo de que si tira de la manta puede «quedar con sus pies al aire»

Migoya atribuye la responsabilidad a una funcionaria, y Cañal, desde su escaño, indica que son tres los encarcelados / Miki López

Oviedo, J. A. ARDURA

La «operación Marea» vivió ayer su primera jornada de oleaje en la Junta General del Principado, un debate que el PSOE prefería aplazar hasta que se levantara el secreto de sumario del primer caso de supuesta corrupción política en el Principado y en el que la portavoz del Gobierno asturiano, Ana Rosa Migoya, eludió hablar del encarcelamiento de su ex compañero en el Consejo de Gobierno José Luis Iglesias Riopedre, y de la ex «número dos» de éste, la ex directora general María Jesús Otero, para centrarse en la supuesta actividad irregular de su jefa de servicio, Marta Renedo.

El PP repitió hasta tres veces que un ex consejero, una ex alto cargo y una funcionaria de confianza del Principado «están en la cárcel». El debate creció en intensidad al final, cuando Fernando Lastra proclamó en un Pleno en el que no estuvieron el presidente, Vicente Álvarez Areces, ni el candidato socialista, Javier Fernández, el derecho de su grupo a hablar. Y lo hizo alto y claro para avisar al entorno de Renedo, especialmente a su hermano, sobre la intención de la funcionaria de tirar de la manta, que puede «quedar con sus propios pies al aire».

Fernando Lastra, el hombre fuerte de la FSA en el grupo parlamentario, subió al estrado con paso decidido, mirando al tendido. De entrada reveló que trató de convencer al PP, en la Junta de Portavoces, de que no era el momento de llevar la «operación Marea» al terreno de la discusión política, porque está en el Juzgado bajo secreto de sumario. Pese a ese reparo, Lastra aseguró que los socialistas «queremos venir a hablar para no seguir en esta situación de indefensión frente a las insinuaciones suyas y de otros, que hablan de tirar de la manta y pueden quedar con sus propios pies al aire». El portavoz socialista se refería con esas palabras a las declaraciones de José Antonio Renedo, el hermano de la ex jefa de Procesos Administrativos, quien dijo que «Marta sabe cosas de mucha gente» y podría implicar «a empresarios, políticos y altos cargos». Lastra dijo que «no sé si habla como hermano, abogado o militante del PP» y acabó reprochando a los diputados populares que hagan el juego al populismo.

El «cuerpo a cuerpo» de la interpelación que el diputado popular Ramón García Cañal planteó a la portavoz y consejera de Administraciones Públicas, Ana Rosa Migoya, estuvo marcado por el secreto de sumario de la «operación Marea». Para esquivar esa situación, los populares requirieron a Migoya información sobre los sistemas de contratación en el Principado y sobre el uso de la libre designación.

Cañal sostuvo que «la relajación de los controles sobre la contratación y el abuso de la libre designación» han sido el caldo de cultivo idóneo para la aparición de la corrupción en el Principado. «De aquellos polvos estos lodos; han desoído los reparos planteados por la Intervención, las irregularidades advertidas por la Sindicatura de Cuentas y el Tribunal de Cuentas y las denuncias del Grupo Popular», reprochó Cañal.

Migoya, que en ningún momento de su intervención se refirió al ex consejero José Luis Iglesias Riopedre, centró las responsabilidades en su jefa de servicio Marta Renedo y rechazó las acusaciones del PP sobre el mal funcionamiento de la Administración regional. «El sistema funciona, aquí falló una persona y se ha detectado», respondió la consejera de Administraciones Públicas.

Cañal aprovechó entonces el turno de réplica para sacar a colación las detenciones de la «operación Marea». «Usted vive en otro mundo, está K.O., noqueada, habla de una funcionaria, pero tiene a un ex consejero, un ex compañero del Gobierno, en la cárcel, entérese. Ése es el tema fundamental de este debate. No hablamos de cosa baladí», reprochó Cañal, quien calificó de bochorno», la situación generada tras las tres detenciones de los altos cargos y la funcionaria. La Consejera argumentó su negativa a hablar de la detención de Riopedre y Otero. «Puedo hablar de lo que conozco porque yo lo denuncié, no puedo hablar de lo que desconozco. Ustedes están haciéndolo con total impunidad, con calumnias e insidias (...) Están haciendo un juicio sumarísimo a la Administración, a la que los funcionarios y cargos públicos han dedicado lo mejor, con errores y aciertos», contestó Migoya.