Renedo impartía por su cuenta cursos para opositores a funcionarios regionales

Oviedo

Emprendedora en todos los frentes. La jefa de Procesos Administrativos de la Dirección General de Modernización, Telecomunicaciones y Sociedad de la Información, Marta Renedo Avilés, la funcionaria de la Consejería de Administraciones Públicas por la que se destapó el supuesto entramado corrupto que investiga la juez Ana López Pandiella, regentaba también una especie de academia de formación para opositores que preparaban pruebas de acceso al Principado.

«No es algo extraño, algunos funcionarios, sobre todo altos cargos, suelen impartir clases de este tipo», señalan fuentes de la Administración. Lo llamativo en el caso de Renedo Avilés es que «en ocasiones impartía clases incluso en la Consejería o en una cafetería cercana». Otras fuentes afirman que sus alumnos también frecuentaban el piso de la calle Cimadevilla, en Oviedo, el mismo en el que tenía el domicilio social la firma Implants Mounts, la sociedad propiedad de Renedo a la que ella misma adjudicaba numerosos contratos públicos.

Fuentes cercanas al caso no ocultan su extrañeza con el comportamiento de Renedo. La funcionaria era considerada eficiente por sus jefes, una profesional de gran nivel, capaz de simultanear actividades empresariales y formativas con las suyas propias de jefa de servicio. Por eso, algunas de la personas implicadas en la investigación se preguntan cómo pudo luego cometer la «chapuza» de abrir cuentas falsas a nombre de personas vivas y figurar al frente de la firma Implants Mounts.