Sariego, arrebatado

Respuesta del PP de Gijón a las críticas del líder local del PSOE sobre la actuación judicial respecto a José Luis Iglesias Riopedre

Martes 22 de Febrero de 2011
Luis Crego Lorenzo. Secretario General del PP en Gijón

Odia el delito y compadece al delincuente». Esta fue la máxima que dejó para la posteridad Concepción Arenal. Podía pensarse que el escrito de José Manuel Sariego publicado ayer en LA NUEVA ESPAÑA, titulado «Riopedre Libre», podría tener su origen en que el secretario general del PSOE gijonés tiene un pensamiento similar al de la filantrópica gallega, precursora de Victoria Kent.

Pero no, las palabras de Sariego no tienen en absoluto ese origen. Nacen de la visceralidad -él mismo lo reconoce- y pocas cosas nublan tanto el sentido como actuar desde las vísceras. Cuando usa expresiones como «la prepotente implacabilidad de la justicia» y la califica de «impía e inmisericorde» se podría tener la sensación de que estamos ante una acción judicial que tiene a un anciano enfermo, en un país bárbaro, encadenado en una húmeda mazmorra. Él sabe, todos lo sabemos, que no es así. Cuenta, como el resto de personas en su situación, con asistencia de sus abogados y atención médica constante, y está a la espera de que una parte de esa Justicia decida si, por sus circunstancias personales, debe o no permanecer en prisión mientras continúan las averiguaciones. Sariego confunde la acción de la Justicia en un estado democrático y de derecho como el nuestro con algo similar a los procesos estalinistas, doliéndose hasta las entrañas de quien dice no conocer y huyendo deliberadamente de la objetividad, o sea, de la verdad.

¿Por qué el secretario general del PSOE de Gijón, José Manuel Sariego, asume que no expresa la verdad, sino la rabia y la víscera en un caso en que aparecen el cohecho, la prevaricación, el blanqueo de capitales, una aparente administración corrupta, clamando por la libertad de un imputado? Al contrario, ¿por qué el líder del socialismo asturiano y candidato a la Presidencia del Principado, Javier Fernández, se manifestó frío y totalmente distante ante estos mismos hechos, y los despachó con un: «A nosotros que nos registren»? ¿Qué es lo que realmente preocupa a Sariego en lo personal y en lo político de este asunto? ¿Sentirá tan cercano el caso que está siendo investigado por esa Justicia, que él dice detestar, y no ha podido reprimirse?

La Justicia es lenta, pero puesta en marcha no descansa. Tendremos ocasión de obtener respuesta a estas preguntas.

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