La placa que desapareció del Cuélebre de la «Y»
En 1974 Antonio Valdés González-Roldán inauguró la autopista conocida como la «Y». Asturiano de origen y de corazón e ingeniero de caminos de formación, fue ministro de Obras Públicas entre 1974 y 1976. Promovió la construcción de una vía rápida de interconexión entre Avilés, Gijón y Oviedo, las tres ciudades más importantes del Principado.
Decidido partidario de la modernización de las comunicaciones en España y, fundamentalmente, de las de su querida Asturias, fue el impulsor de infraestructuras como la autopista «Y», la autopista del Huerna y la M-30 madrileña. También en su haber figuran obras tan importantes como el trasvase Tajo-Segura, los accesos por autopista a Galicia, numerosas ampliaciones portuarias (Barcelona, Bilbao, Valencia, Sevilla, Avilés...) y el paso de Despeñaperros.
Como colofón a esta gran obra de ingeniería, según deseo expreso del ministro Valdés, se debía instalar la creación de un artista asturiano.
Le fue encargado el proyecto al ovetense Joaquín Vaquero Turcios, quien años antes, según su testimonio, había ya realizado varios bocetos por encargo del Ministerio.
Concluidas las obras de la autopista, el artista aceptó el reto de realizar, en tan sólo once días, la monumental escultura, de ocho metros de altura y veintidós de largo. Según publicó el periódico en 2009, tras largos días de angustia, el Cuélebre es instalado para ser inaugurado por el ministro Valdés en la fecha designada. Una placa conmemorativa se descubre como testimonio de ello.
Años más tarde, en 2003, aprovechando unas obras en la autopista, la escultura es reubicada en el lugar actual, más cercano al elegido inicialmente por el autor, gracias al apoyo del también ministro asturiano Francisco Álvarez-Cascos. Se coloca otra placa en recuerdo de dichos trabajos de restauración.
Hoy en día, tan sólo la segunda de ambas se conserva. La primera placa, testigo de la creación de la obra con motivo de la inauguración de la autopista, ha desaparecido del pie del monumento.
Es de justicia que se recupere la placa original y se restituya al lugar donde estuvo originalmente y debe permanecer, en reconocimiento a la obra impulsada por el asturiano Antonio Valdés González-Roldán y al decisivo papel que la construcción de la autopista «Y» ha tenido en el desarrollo de Asturias.
El amor por Asturias y la lucha por su progreso merecen ser reconocidos y recordados como ejemplo para futuras generaciones.
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