Los médicos no somos los responsables

A Celia Gómez, gerente del Servicio de Salud del Principado de Asturias.

Mi nombre es Marta Belén Gómez Moro. Soy médico adjunto de la Unidad de Gestión Clínica del HUCA desde 1989 y me siento indignada con sus declaraciones a la prensa sobre las retribuciones de los médicos del Sespa:

Parece lamentarse de que no haya médicos mileuristas en el Sespa (ni los residentes), gracias a Dios que eso sea así. ¿Usted sabe a cómo se paga la hora en un taller mecánico? Pues, a bastante más de lo que se paga la hora de guardia a un médico del servicio público de Salud. Pero no nos comparemos con otros colectivos, vamos a compararnos con otros médicos, y parece que los médicos del Sespa somos los más baratos, ya no de Europa, sino de España, y vamos a compararnos con el presidente del Gobierno autonómico, que es lo que a usted le gusta. Ya que no le parece bien que sus médicos (muchos de reconocido prestigio nacional e internacional) cobren más que el señor Fernández, le voy a recordar lo que se nos exige para ejercer la medicina:

Un expediente de sobresaliente en el bachiller para acceder a nuestra formación universitaria.

Seis años de carrera.

Superar un examen para acceder a formación como MIR.

Cuatro años como mínimo de formación como MIR.

Aprobar una OPE si queremos una plaza en la sanidad pública.

Y le recuerdo lo que se le pide a una persona para ser presidente de un Gobierno autonómico o nacional (?). Nada. Así, podemos asistir al vergonzoso espectáculo de presidentes y ministros sin formación universitaria e incapaces de hablar con sus homólogos en inglés, idioma que se les exige a muchos mileuristas para acceder a un puesto de trabajo. Y, que yo sepa, un presidente de Gobierno abandona un trabajo remunerado y solicita su voto a los ciudadanos por vocación de entrega y por los intereses de todo un país. ¡¡¡Ja, ja, ja!!! ¿Cree que somos tan ingenuos para creer que lo haría si no fuese rentable económicamente?

Parece que somos los médicos los responsables de la falta de presupuesto. Vamos a ver:

¿Quién decidió construir un nuevo HUCA si no había dinero?

¿Quién decidió construir un nuevo hospital en Mieres si no había dinero?

¿Quién es el responsable de mantener más de seis hospitales en menos de 30 kilómetros?

¿Quién es el responsable de mantener en funcionamiento el servicio de urgencias del Instituto Nacional de Silicosis, para atender una media de 12 pacientes al día que podrían ser atendidos en urgencias generales, que cuesta un millón de euros al año?

¿Quién es el responsable de no educar a la población para que utilice los recursos sanitarios de forma adecuada?

¿Somos los médicos los responsables de todo este despilfarro?

Durante tres años, desde mayo de 2008 a septiembre de 2011, tuve el honor de asumir la jefatura de la Unidad de Coordinación de Atención a las Urgencias y Emergencias Médicas y tuve la oportunidad de conocer, aunque afortunadamente tan solo de forma superficial, los entresijos de la política. Sentí tremenda impotencia al serme imposible regular alguna de las prestaciones por no enfadar a alguna asociación de enfermos o al alcalde de turno, y le pongo ejemplos concretos: una ambulancia en Illano de viernes a lunes, uso del transporte sanitario urgente y programado como si fuera un servicio de taxi, traslados de pacientes a hospitales de otras ciudades para revisiones y/o pruebas complementarias que podrían asumirse en nuestra comunidad si hubiera voluntad para ello, refuerzos de plantilla para cobertura sanitaria de festejos varios, no facturación a compañías de seguros por determinados servicios en casos de accidentes; podría seguir, pero no quiero aburrirla y, además, todo esto, como gerente del Sespa, usted ya debería saberlo.

Pero, claro, no hay Gobierno responsable y con agallas para poner orden y concierto en un sistema sanitario insostenible, y además hay medidas que nunca tomarán por miedo a quedarse sin votantes, que es lo único que parece importarles. Administración tras Administración derrochan el dinero que los ciudadanos ponemos en sus manos y de cuya gestión parece que ustedes no se sienten responsables; lógico, no solo nadie les pide explicaciones, sino que, en ocasiones, al abandonar el puesto su ineptitud se ve premiada con algún cargo vitalicio y, por supuesto, remunerado. Y ahora, como no hay dinero, porque ustedes lo tiraron, entienden que somos los médicos los responsables y la solución es apretarnos las tuercas y enfrentarnos a la opinión pública, porque con sus peticiones el sistema sanitario no se sostiene.

Para terminar, sepa que soy médico por vocación, tengo un trabajo apasionante, proteger la salud de los asturianos, pero, que nadie lo dude, trabajo por dinero, y sepa también que no me sumaré a la huelga por principios, porque nunca me pareció legítima una forma de protesta que inexorablemente perjudica a personas ajenas al conflicto.