Y el paro en alza
Como ya saben, es muy significativo comprobar cómo quedan los mapas después de unos comicios electorales, ya que en él, aparecen los anagramas y los colores de los partidos políticos que han sido más votados. En nuestro país está demostrado: lo mismo lo pintamos de rojo que de azul, son colores básicos. No damos más de sí.
Al final viene a ser siempre lo mismo: un voto, un escaño y un sueldo; que no es moco de pavo. ¡Y no hablemos de las jubilaciones doradas!
Ahora ¿de qué color pintamos el mapa? cuando la tasa de paro ya va por el 25,02 % y 5.778.100 personas con edad y voluntad de trabajar, están paradas. Démosle color ahora al índice de paro por comunidades. Si quieren, para Andalucía, Canarias y Extremadura, el negro. Para Asturias, Cantabria, Cataluña, Castilla-La Mancha, Galicia, La Rioja, Murcia y Valencia, el gris oscuro. Para Aragón, Baleares, Castilla-León, Madrid, Navarra y País Vasco, el marrón oscuro. Aquellos colores alegres del triunfo electoral, no pintan bien ahora.
El color que sí queda bastante más claro, con un gris casi transparente, corresponde al caldo que hierve en el puchero de aquellas casas en donde sus miembros, han pasado a ocupar plaza fija en los datos negativos que publica la Encuesta de Población Activa (EPA). Todos esperamos que se llene el mapa de color verde, el de la esperanza, esa que dicen que es lo último que se pierde.
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