Obsesión club de fútbol
Me resultaría indignante que alguien se refiriese al Real Oviedo como el equipo más birria del mundo pero no, esto no sucede cuando lo entrecomillado proviene de un presunto aficionado del equipón que antes de la llegada de don Manuel Preciado apenas metía cinco mil personas en su estadio.
Ofende quien puede y no quien quiere; Ladislao de Arriba, déjese de demagogias baratas: cada particular invierte su dinero en lo que prefiere; no en lo que preferiría usted.
Le comento, para que lo tenga en cuenta para futuras ocasiones, lo lamentable, triste y patético a la par que hilarante y gracioso que nos resulta a los oviedistas que les demos (a usted y demás aficionados rojiblancos) tantos quebraderos de cabeza. Relájese, no tenga envidia de los veinte mil nuevos accionistas, no tenga envidia de que la afición haya salvado al club de sus amores. ¡No se obsesione hombre!, más que nada se lo digo por salud, y es que el exceso de producción de bilis no debe de ser muy bueno.
No quiero finalizar sin antes animarle a que sus próximas líneas estén relacionadas con los millones de euros provenientes de las arcas públicas asturianas (y de los fondos mineros) que se han gastado en el conjunto rojiblanco en vez de en unas de esas empresas asturianas que, como la pebeta del tango, andan fanés y descangalladas.
PD: Suerte con la delegación de acciones. Esperemos que no resulte una birria.
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