Yo recorto, tú recortas...
Algo muy serio está pasando en nuestra sociedad cuando, en lugar de intentar mejorar las condiciones de todos los trabajadores, se aplaude y jalea cada vez que a algún sector sufre las consecuencias de los temidos recortes.
Soy profesora de inglés en Secundaria (interina por más señas). Para aquellos que aún no lo sepan (a pesar de que se permiten el lujo de verter todo tipo de críticas sobre el personal interino), el no haber conseguido una plaza no tiene que ver con la capacitación profesional de cada uno sino con que nuestra comunidad autónoma lleva varios años incumpliendo la ratio de reposición de personal funcionario y, en consecuencia, ofreciendo un número muy bajo de plazas fijas. Resulta mucho más barato mantener al personal interino, del que se puede prescindir sin problemas en cualquier momento.
Parece lógico pensar que la prioridad de un país desarrollado es defender con uñas y dientes su sistema educativo público e intentar mejorarlo para conseguir una sociedad formada, crítica y pensante. Pero las decisiones tomadas tanto por el Gobierno central como por el autonómico están demostrando lo contrario: se recorta el sueldo a los docentes empeorando sus condiciones laborales; aquellos que trabajamos en centros alejados tenemos además que pagar una media de 500 euros mensuales por acudir a nuestros puestos de trabajo mientras que los miembros de la Junta perciben jugosas cantidades en dietas y kilometraje; la Consejera, en su curiosa defensa de la escuela pública, aplica su tijera particular con la misma destreza que aquéllos a los que critica y pretende ahora dejar en el paro, el 30 de junio, a miles de interinos mientras los docentes de la concertada continúan cobrando su sueldo completo; las escuelas rurales ven reducidas sus aulas privando a los estudiantes de estos centros de tener las mismas oportunidades que los de los centros urbanos; cada vez se aumenta más el número de estudiantes por aula haciendo imposible el tratamiento individualizado de los mismos; la implantación de la LOMCE implicará un golpe mortal para la educación pública y para la igualdad de acceso a la educación de los estudiantes (único punto en el que el informe PISA, tan crítico con nuestro sistema educativo, otorgaba a nuestro país uno de los primeros puestos); se engaña a la población vertiendo mentiras sobre nuestra profesión para acallar nuestras protestas.
Se quiere conseguir una sociedad deficientemente formada que sea sumisa y suponga mano de obra barata para facilitar los objetivos de un mercado laboral cada vez más implacable e injusto. Y ése será el resultado mientras no entendamos que esta situación nos afecta a todos.
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