Carta a la alcaldesa de Gijón, de un trabajador de Juliana
Estimada Paz Fernández Felgueroso: En fechas recientes, más en concreto, el día 30 de junio de 2009 aparecía en LA NUEVA ESPAÑA, edición de Gijón, una entrevista a su persona. Entre las varias preguntas que le hacía R. Valle, una es la que refiero más abajo.
Pregunta: –No se estuvo muy fino eligiendo a Vulcano para relanzar Juliana.
Su respuesta: –La experiencia ha venido a demostrar que no fue una buena elección, pero eso se ve a posteriori. Antes era un grupo empresarial con experiencia en construcción naval, solvencia y que hizo una oferta que tenía que ver con el empleo mejor que otras. La opción del empleo fue una de las cosas que más se primaron en el concurso.
Quiero pensar que estabas de broma, que te salió así, sin pensar. Paz, por favor, sé más veraz cuando hablas de cosas tan serias como éstas, estás hablando de una empresa más que centenaria, 109 años de historia, 109 años llevando el pan a muchos muchos hogares, 109 años dejando el pabellón de Gijón muy alto por todos los mares del mundo, ¿sabes?. Pues esto se va todo al garete por la ineptitud de todos cuantos están en el poder, sindicatos, UGT, CC OO, Gobierno del Principado de Asturias, soplapollas y cantamañanas que lo único que hacen es estar bien colocados para la foto.
También el Gobierno del PSOE y la mala oposición, el PP. No se salva nadie de este estropicio ya sin solución y con triste final. Me hace mucha gracia su respuesta, se ve lo enterada que estás y estuviste. Me ofenden tus palabras, a mí y a mis compañeros/as, que mantuvimos un gran pulso de casi un año ante todos los nombrados anteriormente, avisando de que si se nos ponía en manos de Vulcano era el fin de este astillero, desde todos los medios se bombardeó a los trabajadores con que ésta era la mejor solución y que deberíamos aceptarla.
Aquí estamos, Paz, al borde del abismo, un abismo que sólo vosotros, los que gobernáis, los que estáis apoltronados, los que no tenéis problemas para pagar la hipoteca, los que no tenéis problemas para nada, hacéis cada día más profundo. Yo y muchos compañeros y compañeras tal vez nos vayamos para casa prejubilados, porque esto es lo único que sabéis ofrecer, es goloso, sí Paz. Los más jóvenes, que son unos cuantos, a hacer las maletas, y los pocos que están como eventuales, pues una patada en el culo, y me quema la sangre mi impotencia ante tales palabras, las suyas y la de los sindicatos UGT y CC OO a nivel de federaciones regionales y nacionales, y ese silencio tan cobarde de otros tantos que por ahí pululan, qué impotencia, Dios.
La palabra perdón la desconocen todos ustedes. No estaría de más que la usaran alguna vez para decir «trabajadores/as del astillero Juliana, nos hemos equivocado, vamos a solucionar esto».
Paz, lo sabías, sabías perfectamente lo que pasaría, no me vengas con éstas, no estamos aquí, en el astillero, para gilipolleces.
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