A los ingresados en el súper hospital HUCA
Por desgracia he tenido que acudir a estrenar este magnífico hospital del siglo XXI, dotado de la tecnología más puntera, donde las frases que más vas a escuchar son "está pautado por su médico" o "es el protocolo que se utiliza".
Pero, ojo, con tanta tecnología puntera, si a tu médico se le olvida pautar tu comida, te quedas sin comer, dan por hecho que tienes dieta absoluta. No preguntan al paciente, para qué, es lo pautado por el médico. Si el médico se olvida o se confunde al apuntar la fecha o al modificar tus dosis de antibiótico, o el horario o la cantidad que se te dispensa, o el tipo de paciente que eres, tampoco te preguntan, seguimos lo pautado, aunque no tenga sentido o se vea claramente que está mal, "nadie actúa fuera de lo pautado", pueden duplicarte la dosis del medicamento o darte la del enfermo de otra habitación, ¡ojo con esto!, no es broma, ocurre continuamente.
Por lo tanto, no se corten cuando hablen con los médicos, pregunten cuanto se les ocurra, exijan que se les escuche, no teman caer pesados o hacer el ridículo, niéguense a cualquier cosa que no vean clara, siempre hay tiempo para todo menos para las equivocaciones, los médicos no son dioses, simplemente hacen un trabajo en el que está en juego nuestra salud, ellos tienen muchos pacientes para ocuparse, pero nosotros sólo tenemos "el nuestro", y somos capaces de analizar lo que nos dicen, pensar y decidir, aunque no seamos entendidos en medicina, porque para una misma enfermedad hay distintas clases de enfermos, y eso no viene en el protocolo; para "el protocolo" somos todos iguales, y esto puede traer muchas consecuencias.
Utilicen el sentido común y utilicen ustedes también la tecnología que tenemos todos ahora a nuestro alcance, como son los móviles, con ellos podemos anotar y fotografiar todos los medicamentos que nos ponen, apuntar las palabras "raras" o no raras que nos digan, grabar las conversaciones con el médico, consultar internet...; en fin, no descuidar lo más mínimo, es nuestra salud o la de los nuestros la que está en juego, y una equivocación en estas circunstancias no tiene marcha atrás, unas veces con pocas consecuencias (caso de la comida) y otras veces pueden ser consecuencias nefastas o irreversibles.
Y, por supuesto, los médicos ¡nunca, nunca, nunca se equivocan!, pero la tecnología puntera que ahora no saben usar y los trae de cabeza en un futuro muy cercano los va a dejar con "el culo al aire", pues todo queda almacenado, grabado y con rastro si intentan anular o borrar.
Así que, ojo, y todos a ser responsables de nuestros actos.
Rosa María Pérez García
La Manjoya, Oviedo
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