Celia Villalobos, ni siquiera la grandeza de pedir disculpas
Tengo una sensación muy rara, algo así como si no hubiera sucedido, como si lo hubiera soñado. La diputada popular Celia Villalobos ha vuelto a dar la nota, esta vez ha sido pillada por la cámara indiscreta de un periodista de "La Marca", la han atrapado jugando al "Candy Crush" durante el debate del estado de la nación mientras ejercía como presidenta de la Cámara, en ausencia de Jesús Posada.
Sabemos que todos somos comunidad y esto nos permite a todos hablar y dar nuestra opinión. Celia Villalobos, mientras ocupaba la tribuna de oradores el presidente Mariano Rajoy, que hablaba de los 3.000 millones de euros que España tiene que pagar cada año por intereses de deuda de las 300.000 personas que llegaron a estar en la lista de espera para recibir ayudas. La vicepresidenta, muy entretenida con su tableta, dejó de prestar atención a la dialéctica entre Rajoy y Duran Lleida, y se puso a sumar puntos en el moderno y entretenido juego de las frutas. La señora Villalobos, conocida ya por haber protagonizado episodios muy vistosos siendo ministra de Sanidad en la época aquella de las "vacas locas", vuelve a ser noticia de actualidad, de nuevo la diputada vuelve a dar la nota al ser pillada absorta en el entretenimiento, un trabajo ingente que la señora con tanto gusto devora, pero que disgusta. La anterior fue en una sesión parlamentaria, donde, curiosamente, observamos que algunos parlamentarios también aprovechan el lugar para darse una cabezadita. Villalobos, para evitar la cabezadita y no aburrirse, se pone a jugar el "Candy Crush"; en la anterior que fue atrapada, era el "Apalabrados".
A Celia Villalobos no sólo deben preocuparle las arrugas del rostro, sino las del cerebro, que se tome la libertad de concederse un rato de distracción en un debate del estado de la nación ejerciendo de presidenta de Cámara resulta verdaderamente extraño. Somos lo que hacemos, pero, sobre todo, somos lo que hacemos para cambiar lo que somos. Lo realmente triste y lamentable es la reacción de la diputada Celia Villalobos: decir que estaba leyendo la prensa; es capaz de hacer dos cosas a la vez. Mejor una mala excusa que ninguna excusa. El diputado británico Nigel Milla fue pillado hace poco jugando al "Candy Crush" en un debate sobre pensiones en la Cámara de los Comunes, pero éste reconoció su falta y pidió disculpas; la señora Villalobos niega la evidencia.
Su cargo, señora Villalobos, conlleva otra forma de comportarse, con cosas así no se gana crédito. Creo que en medio del error ya cometido, debería tener la grandeza de pedir disculpas y decir "me equivoqué", y no negarlo al ser atrapada de nuevo entregada al juego del "Candy Crush".
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