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Asesinato en el resguardo indígena

11 de Abril del 2015 - Javier Arjona (Siero)

Hace exactamente un mes, estábamos allí, en el Resguardo Indígena de Cañamomo Lomaprieta: un ejemplo de resistencia y de dignidad, de autonomía e identidad indígena, de gobierno respetuoso con los derechos de la Pachamama y de quienes en ella habitan. Con preocupación, nos hablaban de cómo la minería a gran escala iba presionando a este territorio, queriendo relegar la minería artesanal que sirve para complementar el sustento de las familias agricultoras a algo anecdótico; de cómo trata de generar expectativas de trabajo, cuando la gente del Resguardo es consciente de que la minería supone la destrucción de la tierra, sagrada para los Pueblos Indígenas. Anglo Gold Ashanti ya intentó mal obrar por medio del Gobierno Colombiano. Hoy, tristemente, vemos que el ataque a esta comunidad ya no busca intermediarios: el asesinato de Fernando Salazar Calvo, Presidente de la asociación de mineros de la Unión y vocal de la asociación de mineros del Resguardo Indígena Cañamomo y Lomaprieta de Riosucio y Supia (ASOMICAR), es funcional a los intereses de esta multinacional, reafirmando el hostigamiento que está viviendo el Resguardo por querer mantener su modo de vida tradicional, como les corresponde por Derecho.

Una muerte anunciada en verdad, si hacemos caso de los testimonios recibidos, de las denuncias trasladadas a las autoridades colombianas y de las demandas al presidente JM Santos.

Toda nuestra solidaridad con el Resguardo Indígena de Cañamomo Lomaprieta, y todos los esfuerzos posibles para que este crimen no quede silenciado y en la impunidad, señor presidente Santos .

Lucía Rodriguez Lazcano y Javier Arjona

Siero

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