Carta abierta a los taxistas de Gijón y su concejal
Como usuaria habitual del taxi debido a mi edad, he venido observando que desde hace un año y medio el servicio que ustedes prestan se ha ido deteriorando notablemente debido a la descoordinación y desorganización que tienen ustedes en su gremio. Me acuerdo de que, hace cuarenta años, para llamar un taxi había doce números de teléfonos distintos (uno por cada parada). Ahora, en pleno siglo XXI, con tanta tablet y tecnología, me encuentro con que volvemos a lo antiguo o, lo que es lo mismo, sortear a qué número llamo. Me ha pasado que he llamado a uno de los números y venir a recogerme un taxi que estaba a quince minutos de mi casa, cuando resulta que había otros en la parada a trescientos metros de mi casa. La siguiente vez llamé a otra cooperativa pero... ídem de lo mismo. Esto tiene un nombre y es desorganización.
Señores taxistas: a los usuarios nos importan un bledo sus guerras fratricidas y sus “colorines” (verde, rojo, amarillo), ésos déjenlos para el parchís. Métanse en la cabeza que los clientes, a la hora de llamar un taxi, somos “daltónicos” (no distinguimos los colores) y sólo queremos que venga el más próximo. Déjense de gastar dinero en rifas (que para eso ya estaba la añorada tómbola de la Asociación Gijonesa de la Caridad) y en publicidad, empléenlo en formar a algunos de sus compañeros/empleados porque alguno deja mucho que desear, porque todos no valemos para todas las profesiones.
Algunas veces, cuando viajo en el taxi, me va contando sus penas, que si les afecta la crisis... ¿Cómo se atreven a decir que les afecta la crisis? cuando ustedes han decidido triplicar los gastos de su negocio, a la par que dividir entre tres la eficacia del servicio que deberían prestar. ¿Se imaginan ustedes que con su razonamiento tan “cateto” (con perdón), con relación a los taxis que hay en Gijón, en Madrid, por ejemplo, tendría que haber 140 cooperativas? Absurdo ¿verdad?, pues es lo que está pasando en Gijón.
Señor concejal de Transporte del Ayuntamiento de Gijón, como último responsable del sector del taxi de Gijón, espero que tome medidas rápidamente y meta en vereda aplicando como norma única y estricta la ordenanza municipal a los tres “reinos de taifas” que es en lo que se ha convertido el taxi en Gijón.
Por último, señores taxistas, reflexionen, si quieren que respetemos su trabajo y no nos subamos al primero que pasa. Solución: menos “colorines” y un solo número. Si ustedes se quieren arruinar, allá ustedes, pero no nos conviertan a los ciudadanos en rehenes de su incompetencia y procuren atender a algo más que a su propio ombligo.
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