Tristeza
Te conozco, sé tu nombre tristeza / tus visitas llegan calladamente / ladina y sagaz te escondes tras la puerta / y aunque te desechaba, ¡tú, insistente! / estabas al acecho,, ¡siempre alerta!
Tengo una lucha muy fuerte contigo / y he de estar siempre en guardia... ¡y con cautela! / porque te disfrazas de engaños, y al oído / me dices que estar triste es cosa buena, / aunque vea que todo está perdido.
A veces he creído en tus falacias / y ante un nuevo recuerdo entristecida / me retorcía... ¡me partía el alma! / y una sombra muy negra me cubría / sin sentir ni una voz, ni una llamada...
¿Te acuerdas de mis frecuentes lloros / cuando algún ser querido se me iba? / ¿Te acuerdas cuando algunos sin decoro / pensaban sólo en amargar mi vida? ¡Eso lo olvido y el perdón imploro!
Y al luchar con tu malévola insistencia / obstáculos enormes me ponías / cuando dudaba a veces mi conciencia / al no saber si bien o mal hacía / en hechos que jalonan la existencia.
¿Acaso ignoras que me llevas dentro?, / solías contestarme con presteza. / ¡Pues soy tu corazón! Tu pensamiento / ¡Y formo parte de tu misma esencia!
Ésa es pues tu misión en esta vida... / aferrada a mi ser... siempre anhelante / y aun así no debes olvidar hecho tan grande / que en una noche oscura aconteció: / ¡Has sido tú, tristeza, quien hizo sudar sangre! / al único y querido Hijo de Dios.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo

