Asturias, por San Isidro, en Madrid
En homenaje a San Isidro, patrón de Madrid, hombre que fue de campo, sol y panecillo, las casas regionales con sede en la capital ofrecieron sus danzas y canciones más representativas y ligadas al terruño, al cotidiano vivir. Bellos cantares y bailes que están en el alma española, en el trabajo y en las fiestas populares. Decires y amores, coplas y costumbres llenaron, en la festividad del patrón, un gran escenario ubicado en la emblemática Plaza Mayor, ante los balcones de la denominada "Casa de la Panadería", en la que hace más de doscientos años se escuchó la docta voz de Jovellanos, hombre de altos cargos, honesto, de exquisito amor a su tierrina.
Miles de personas abarrotaron esta plaza Mayor madrileña, bajo un sol de justicia, cuando de pronto aparecieron más nubes blancas en el cautivador cielo de Madrid, un alivio para los reunidos. Nubes que coincidieron con la entrada en el escenario de la representación folclórica asturiana, colorido, sonrisa y buen hacer que vive y reina en el Centro Asturiano de la Villa y Corte.
Actuaba ya la banda de gaitas del Centro con su "Pasacalles de Peruyes", alternando con el grupo de baile "L'Alborá". Ofrecieron "Jota de Vachebreu y Babiana", "Oigo sonar una gaita" y "Romance de Santa Clara". ¡Qué gozada de gaita! ¡Qué guapa la "Muñeira de Tomaleo"! ¡Qué emotivo cierre con "Asturias, Patria Querida", a quince gaitas, coreado por muchísimos asistentes!
Asturias, montañas y ríos, historia y belleza, se retiraba feliz del escenario, sonando bien, igual que lo viene haciendo en esta festividad desde los años cincuenta. Sobre el escenario estuvieron algunos abuelos y los hijos de los hijos. Música y bailes asturianos que hoy disfrutaron también las festivas calles de la ciudad. Música asturiana sobre cuyo encanto no pasan los años ni el deseo de mostrarse en la histórica plaza Mayor, en estos Madriles de gozos y pesares, de tantos momentos compartidos, vicisitudes y amores recíprocos entre madrileños y asturianos, que a lo largo de siglos ejercieron aquí las más diversas profesiones.
Otras entrañables casas regionales brillaron también en esta mañana de fiesta grande en ciudad siempre acogedora. Jóvenes de Segovia, Galicia, Córdoba... y de esa tierra manchega. Es el año de Cervantes y entresacamos entonces una copla escuchada hoy mismo: "Que si vas a La Mancha / no te alborotes / porque vas a la tierra / de Don Quijote".
Tengo más notas, pero se las dejo al aire, bajo ese cielo madrileño, que hoy gozó con la voz presentadora de Pilar Riesco, a la que tanto deben el folclore asturiano y el Centro que aquí nos aglutina y comparte diáspora y nostalgia. Va por Pilar y por sus compañeros, excelentes todos, en la agrupación. Va, con el debido respeto y salvando las distancias, por San Isidro, hombre que fue de campo, sol y panecillo. Hay quien dice que labraban los ángeles. Sea como fuere, bien labrado quedó.
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