Daesh no es Estado
Desgraciadamente, seguimos sufriendo una vez más los sangrientos y dolorosos actos del grupo terrorista Daesh. Todos los días nos llegan noticias de horribles atentados en estados de todo el mundo. Siria, Egipto, Kenia, Inglaterra, Bélgica, España, etcétera, podríamos seguir enumerando, pero la lista sería muy extensa. Como reza el título del artículo diferenciamos:
-Quien realiza el atentado: grupo terrorista Daesh.
-Quien sufre el atentado: estados de derecho.
Aunque parece algo obvio, muchas veces los medios de comunicación en general (TV, radio, redes sociales, etcétera) utilizan como “sinónimo” de grupo terrorista Daesh el de Estado Islámico, sin advertir la confusión que puede llegar a generar al emplear la palabra Estado, dándole una aureola de legitimidad.
Hace más de un año, y previendo que esto podría crear mucha confusión, Javier A. González Vega, catedrático de Derecho Internacional Público de la Universidad de Oviedo, me planteó realizar un trabajo enmarcado dentro del Derecho internacional sobre la subjetividad jurídica internacional de Daesh (es decir, si se podría o no considerar Estado). Mi planteamiento era realizar un trabajo con rigurosidad jurídica pero que pudiera ser comprendido por aquéllos que no estaban familiarizados con el mundo del derecho.
Según el profesor M. Díez de Velasco, en uno de sus manuales define el Estado como “persona del derecho internacional que debe reunir las siguientes características”:
-Población permanente.
-Territorio determinado.
-Gobierno.
-Capacidad de entrar en relación con otros estados.
Indicar cronológicamente cómo Al Qaeda empieza a utilizar para definirse la palabra Estado:
Un análisis jurídico sobre la pretensión del grupo terrorista de tener una realidad estatal
-Año 2006. Empieza a autodenominarse “Estado islámico de Irak” (ya no Al Qaeda).
-Año 2013. Al Baghdadi ordena que vuelvan a autodenominarse “Estado islámico de Irak y al-Sham (Levante)”, en inglés ISIS.
-Año 2014. Tras la toma de Mosul, proclaman el califato y se vuelven a autodefinir “Estado islámico”.
Como podemos observar, la utilización de la palabra Estado fue una cuestión largamente meditada, con una clara manipulación del concepto para justificar sus actuaciones.
Ante esta situación, y con el propósito de molestar y disuadir del empleo de las palabras “Estado islámico” para definirse, algunos estados (occidentales en su mayoría) lo empezaron a denominar Daesh, que en lengua árabe suena como “algo que aplastar o pisotear”.
Retomando las características de Estado de derecho internacional, indicaremos muy brevemente por qué a Daesh no se le puede denominar Estado:
-Población. El grupo terrorista lo integran individuos de distintas nacionalidades y de distintos territorios, a parte de los nacionales de los territorios ocupados, sometidos por mecanismos violentos (credo + fidelidad o si no ejecución). También mencionar los “Foreing fighters” (combatientes extranjeros con nacionalidad propia)-
-Territorio. Ocupación del territorio de forma ilegítima, con dueño legítimo del mismo, con conquistas y derrotas fugaces, sin consolidación efectiva del territorio (no tienen ni zona marítima ni espacio aéreo consolidado). Tampoco tienen límites territoriales,
-Gobierno. Organización política con apariencia de Estado, sin instituciones, carente de moneda propia y banco central. Recursos económicos obtenidos mediante extorsiones, venta de Patrimonio Histórico de la Humanidad, venta de petróleo en el mercado negro, etcétera.
-Capacidad de entrar en relación con otros estados. Ningún Estado mantiene relaciones diplomáticas con aquéllos que asesinan y atentan en su territorio contra sus nacionales.
Insisto en que estos brevísimos matices ya dan una idea de por qué no podemos calificar de Estado a ese grupo, incluso dentro de la visión islámica de Estado internacional, el departamento de Derecho y Doctrinas Islámicas de la Facultad de Sharia (Universidad de Damasco) nos indica una serie de normas que no justificarían un Estado islámico.
Espero que después de leer este breve artículo, tanto los medios de comunicación como nosotros, los lectores, para no caer en el juego de palabras que pretenden, llamemos las cosas por su nombre. Aunque se autodenominen como quieran: Daesh es un grupo terrorista.
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