¿Y si nos quitan las pensiones?
Ésta es la pregunta que en estos momentos nos hacemos en España 9.567.387 jubilados ante la realidad, cada vez más evidente, de que el actual sistema de financiación hace aguas por todas partes. Con la paga extraordinaria que hemos recibido en este mes de diciembre, los jubilados españoles hemos recibido también un preaviso: en la “hucha de las pensiones” sólo quedan actualmente 8.000 millones, cantidad que solamente alcanzaría para pagar una paga extraordinaria más, es decir, la de julio del próximo 2018. Mariano Rajoy heredó en diciembre de 2011, cuando se hizo cargo del Gobierno, una “hucha de las pensiones” con 66.000 millones que le dejó su antecesor, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero.
El presidente del Gobierno ha sacado de la famosa hucha, en apenas siete años, casi 60.000 millones. Lo más preocupante de esta situación es que Rajoy, endiosado en el poder, no quiere reconocer que los responsables de esta situación ha sido él y sus políticas en materia de empleo. Su famosa reforma laboral ha sido un verdadero fracaso, pues ha favorecido que se genere más empleo, pero empleo muy precario, de muy baja calidad para el trabajador. Por el contrario, los empresarios han visto cómo se les daban todo tipo de facilidades a la hora de contratar; contratos temporales, por horas (contratos “basura”), y ,consecuentemente, con unas cotizaciones a la SS muy bajas que están haciendo que el sistema pueda volar por los aires.
Para darnos cuenta de la gravedad de la situación, sólo tenemos que comprobar que si con las políticas económicas y laborales de los gobiernos del PSOE era necesario que tres trabajadores cotizaran a la SS por cada jubilado, con las actuales medidas puestas en practica por el Gobierno de Mariano Rajoy hacen falta siete para que un jubilado cobre.
Rajoy, centrado últimamente en el independentismo catalán y en apagar los fuegos en los juzgados de los múltiples casos de corrupción en su partido, se está olvidando de que una posible quiebra en el sistema de pensiones le puede pasar una importante factura en las urnas. No olvidemos que el PP tiene en los pensionistas un gran caladero de votos, pues los jubilados, en la recta final de la vida, no quieren sobresaltos, y muchos de esos ciudadanos que siempre han votado PP pensando que era la mejor opción para tener aseguradas sus pensiones, pueden darle la espalda si ven peligrar su paga mensual.
Desde la oposición, el PSOE, a través de Adriana Lastra, anuncia que si ellos llegan a gobernar, pondrán en marcha un plan para salvar el sistema de las pensiones, que consistiría en “poner un impuesto a las SICAV (sociedades de inversión de capital variable), a la banca y a los grandes capitales”. Con estas medidas el PSOE asegura que se podría inyectar oxigeno a la “hucha de las pensiones”.
Lo cierto es que nueve millones y medio de pensionistas ven con incertidumbre su futuro económico en este país; mientras comprueban, abochornados, cómo al partido en el Gobierno le llueven casos de corrupción en los que se han esfumado miles de millones de euros.
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