El necesario cambio estructural
En España salimos más despacio de la crisis porque las medidas adoptadas por los gobiernos en las reuniones del G20, nos sirven solo en parte; la ayuda al sector financiero no bastó en España, porque otro sector, la construcción, había creado otra burbuja tan grande o mayor que la globalizada que nos invadió, amén de la de alguna caja de ahorros.
Tenemos un patético sector de la construcción, conivente con ayuntamientos en la especulación del terreno, esto unido a la economía sumergida que todos sabemos que existe y nadie combate (sobre todo la poderosa Hacienda) nos sume en la impotencia para salir de la famosa y perversa crisis estructural.
Hay otro importante factor que nos impide despegar del estadio crítico actual y es la actitud, la actitud sobre todo de las personas con resonancia nacional. La confianza de los actores en el mercado es fundamental para un desarrollo favorable del mismo. Todos sabemos que la bolsa tiene un componente psicológico importante, al igual que cualquier otro mercado y lo que menos necesitan los mencionados mercados son voceros que interesadamente mientan o exageren sobre la situación que sufrimos todos, con el único fin de que empeore el estado económico y beneficiarse políticamente.
Este panorama de crisis estructural, requiere cambios en la base o fundamentos del sistema, porque ésta crisis no es del siglo XXI es, o mejor empezó, a finales del XIX. El capitalismo, basado en el incremento constante de la producción para mantener el sistema económico es una UTOPIA, sencillamente porque este mundo es finito y nada puede perdurar con esa malvada, perversa e idiota idea.
La estructura de nuestro mercado capitalista descansa en dos principios básicos: Que la empresa persiga el máximo beneficio sin ninguna cortapisa y en la libertad del mercado (otra evidente utopía) En estos fundamentos, en esta base es donde se requiere el cambio estructural. Ahí está la estructura que hay que cambiar.
El mercado debe estar vigilado, tal como ha dicho Obama no hace mucho refiriéndose a la escasa y poderosa oligarquía financiera norteamericana y las empresas, deben respetar la sociedad en la que están incardinadas, tienen que observar la responsabilidad social, no tener el único objetivo del máximo beneficio.
El resultado evidente del capitalismo salvaje que sufrimos es que socialmente crea cada vez más pobres y menos ricos aunque más acaudalados.
El cambio estructural de nuestro mercado requiere cambios estructurales de sus elementos: empresas, trabajadores, consumidores, gobiernos y por ende controladores de los mercados. Toda esta complicada evolución, que llevará años, ha de ser impulsada por los actores principales del teatro mercantil y social en que vivimos y por una pulcra y ética educación con la dosis adecuada de disciplina.
Sentiremos el cambio estructural en España cuando todos pidamos las facturas con IVA y se mire mal a quien pretenda darla estafando al resto, es decir, tenemos que reeducar los elementos de la sociedad.
Cuando una empresa sea despreciada socialmente porque contrata de forma fraudulenta y que cuando no sea responsable ante la sociedad donde vende sus productos se la margine, ahí tendremos una eficaz prueba del cambio. Entre tanto, no nos enteraremos si hay crisis en España o España está en crisis, quiero decir que tenemos una crisis económica, social y política, en todos esos ámbitos estamos en estado crítico. La solución es compleja y larga y no hay recetas ni panaceas inmediatas. Más salvadores de la patria no, por favor. Planificación y un fin y objetivo claro: El necesario cambio estructural.
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