Huele a ajo
Sinceramente les digo que hablarles siempre de lo mismo me aburre. Es muy monótono repetir idéntica cantinela, un día tras otro, a sabiendas de que nada va a cambiar si no acabamos de derrumbar los sólidos cimientos que mantienen a flote esta nauseabunda farsa de miseria y podredumbre. El exsecretario general del PP valenciano, Ricardo Costa, confiesa ante el juez que el PP valenciano "se financió con dinero negro" por orden de Camps: dinero de empresarios contratistas de la Generalitat, y tal. Rick, como le llamaban en la Gürtel, era un pijo de Castellón de voz nasal, que siempre llevaba un caramelito en la boca, que no cerró ni para acusar también a su mujer de estar metida en el ajo. Mientras, la exalcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, a la que Costa ha hecho referencia en el juicio de la rama valenciana de Gürtel en la Audiencia Nacional, estalla llamándole "Cobarde y mentiroso" y hasta pecador de la pradera, ya que ella está libre de culpa, porque no recuerda nada. España huele a ajo, decía la pija Spice Girls y compañera sentimental de David Beckham. Y vaya si huele.
En las distancias cortas es donde una ideología de hombre se la juega. Son muchachos inmaduros que llevan una vida cómoda, acostumbrados al lujo y a toda clase de comodidades: el diputado electo de JxCat y conseller cesado de Interior, Joaquim Forn, deja su acta de diputado para favorecer su salida de prisión. La cárcel de Estremera, que se caracteriza por dar cobijo, a la sombra, a las recalentadas cabezas del independentismo, no es lugar agradable para él. ¿Qué significa el idealismo, en la vida de un burgués, que vive a cuerpo de rey? El hipócrita y morboso Carles Puigdemont, ha besado por dos veces, ante el riesgo de ser trasquilado si no lo hacía, como si la jurara, la bandera española que le ofreció amablemente un joven peluquero afincado en Dinamarca: "Te gusta", le decía con tono jocoso, el morboso Puigdemont. "Quiero volver ahora pero sin riesgo". Porque el viajero que huye tarde o temprano detiene su andar.
Llenaron, los ciudadanos, las Ramblas de flores y mensajes en homenaje a las víctimas del atentado. Incluso se guardó un minuto de silencio, por los atentados, en Plaza de Cataluña con el Rey a la cabeza, pero gracias a un soplo, la Policía Nacional pudo impedir que los Mossos d'Esquadra destruyeran el documento donde EEUU alertaba del ataque yihadista. El aviso (apenas dos meses antes), fue desmentido por el president Puigdemont, el conseller Joaquim Forn y el Mayor de los Mossos, Josep-Lluís Trapero. Mientras, Carles Puigdemont, viaja en primera fila en avión a Copenhague, junto con Josep Maria Matamala, empresario y amigo personal, y el mosso de escuadra que le hace labores de protección en el extranjero, ya que tiene previsto participar en un debate universitario sobre la situación política en Catalunya y sus efectos para Europa ¿A qué esperan para detener a este delincuente y sus adláteres, los que tendrán que responder también por su presunta responsabilidad en los atentados de las Ramblas?
Mientras los votantes de Donald Trump hacen balance tras su primer año en la Casa Blanca ("No comment", dicen unos; "¡Amo a Trump!", opinan los otros), el millonario controvertido y excéntrico, que rige nuestro incierto destino, ya que algunos han depositado su confianza en él, porque era latente la desconfianza que tenían hacia los demás rivales políticos. Corea del Norte planea realizar maniobras militares para conmemorar el 70 aniversario del Ejército Popular de Corea el 8 de febrero, un día antes del inicio de los Juegos Olímpicos de Invierno 2018, en Pyeongchang, Corea del Sur. Se trata de un desfile de exhibición y no de una acción hostil, pero el evento podría provocar nuevas tensiones con Corea del Sur. ¿Qué tienen las Olimpiadas, que es un evento deportivo internacional, donde los atletas miden sus fuerzas y baten sus marcas y las del rival, que siempre acaban convirtiéndolas en una competición política? Tal vez los políticos quieren como siempre ser el centro de atención. Déjenles participar.
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