Lo que la escuela hizo por Marina

Me dirijo a este periódico con la intención de manifestar mi malestar como madre y

usuaria de la red de escuelas infantiles y concretamente de la E.I. Dolores Medio.

Siempre había tenido el deseo de agradecer a la escuela todo lo que han hecho por

nosotros como padres, y por mi hija especialmente, que ahora termina el curso de 1 a 2 años; la pena es que el presente escrito no tenga exclusivamente este fin, ya que hoy hemos sabido la decisión adoptada por el Gobierno del Principado en la que entiendo que se ha decidido suprimir las direcciones de las escuelas y colocar en su lugar un coordinador general para cada una de las zonas, en el caso de Oviedo un coordinador/a.

Antes de nada, quiero poner a los lectores en antecedentes y contar mi historia porque entiendo que así se comprenderá mejor el motivo por el cual me he decidido a escribir estas palabras.

Desde el nacimiento de Marina, así se llama mi niña, su crianza ha sido un poco difícil para todos; se trata de una niña que ha tenido muchos problemas con la alimentación, ha desarrollado determinadas intolerancias alimentarias y ha sido complicado generar en ella tanto el deseo de comer como dar con la dieta adecuada.

Mi marido y yo trabajamos, de tal forma que desde los seis meses de edad y porque entonces no podíamos permitirnos otra cosa, hemos delegado todo ese cuidado a la escuela, de manera que Marina tenía que estar desde la 9 de la mañana hasta las 16 horas a su cargo. Hoy por hoy estamos convencidos de que ha sido la mejor decisión. Al principio resultó muy difícil pero fue la mejor fórmula de conciliar la vida laboral y familiar.

Poco a poco, y gracias al trabajo realizado por Gema, su directora, y su equipo,

comprendimos que no dejábamos a nuestra hija en una institución, que los cuidados que se le daban y las pequeñas decisiones del día a día eran tomadas con profesionalidad y sobre todo desde el cariño y la preocupación de tratar con una niña que no era fácil de criar.

La escuela ha sido un punto clave en el crecimiento de nuestra hija, nos han ayudado y nos han enseñado, con amor y afecto como una gran familia; sé que esto puede parecer recargado o pueda ser difícil de encontrar, pero estoy segura de que muchos de los padres de esta escuela estarían de acuerdo conmigo en confirmar que en la E.I. Dolores Medio esto existe o por lo menos ha existido hasta ahora.

Por este motivo me ha resultado incomprensible el hecho de que el Gobierno se haya ratificado a través del BOPA del día 19 de este mes en la decisión de suprimir las direcciones de las escuelas infantiles por reorganización de la prestación del servicio en estos centros, ya que día a día, he podido comprobar que la figura de la dirección resulta imprescindible para el funcionamiento del centro, coordinación de familias personal y niños, de actividades, autorizaciones, relaciones con la Administración...

Sólo puedo manifestar mi desánimo y preocupación con respecto al futuro, unido a mi desilusión y decepción por un tipo de gestión que parece no considerar lo realmente importante, nuestros hijos, y si no es así, por lo menos peca de anteponer sus intereses económicos a los intereses de nosotros como padres y contribuyentes, ya que todo se recorta menos nuestros impuestos.

En definitiva, no podría enumerar las ocasiones en las que la escuela me ha ayudado a mí y a mi familia y, por tanto, no puedo pensar que una medida así haya sido tomada, aparentemente y desde mi punto de vista, sin previo aviso, en fechas en las que nuestra capacidad de reacción es limitada, ya que muchos padres ya se han ido de vacaciones y los organismos oficiales están a menor rendimiento por periodo vacacional.

El pasado mes hemos formalizado la renovación de la matrícula en un centro con unas características determinadas, características que han cambiado en el presente mes, ¿hemos de sentirnos engañados? La clase política no se ha parado a pensar que nos damos cuenta de esta maniobra y que además nos dejan sin capacidad de reacción ante la misma. Entiendo que la educación de 0 a 3 no es obligatoria y discutirlo sería otro tema, pero sí cabe decir que es necesaria para los padres que trabajamos, entre otras cosas para mantener un sistema que cada día parece tener menos que ofrecer. Es una escuela pública y funciona, ¿cuál es en realidad el objetivo final?, ¿privatizar el servicio? Si continuamos en esta línea, ¿se plantearía el Gobierno en dejar sin directores los centros de enseñanza obligatoria?

Como usuaria y madre, pensar en el próximo curso, me genera incertidumbre ya que además de todo esto, la escuela está en obras para duplicar su capacidad; no me cabe la menor duda que el equipo humano de la escuela estará a la altura e intentará compensar las carencias que nos va a generar esta decisión política, pero entiendo que no se pueden lograr imposibles y pecando de pesimista es difícil aparentar que no habrá problemas para el profesorado, los padres y los niños; ellos no entienden de decisiones económicas y de políticas de recorte; su bienestar y la calidad de los cuidados que han recibido hasta ahora no deberían tener precio.

Espero que este sentimiento llegue a la sociedad y consigamos por lo menos sensibilizar a la población para que nos apoye en nuestro malestar y hacer una llamada de atención a la clase política implicada en esta decisión para que por lo menos les lleguen nuestras palabras, con la esperanza de que su decisión cambie.

Adiós Gema, aprovecho esta triste ocasión para agradecerte a ti y al personal a tu

cargo el trabajo realizado estos años siempre con entrega, ilusión y cariño, espero que tu proyecto continúe. Te echaremos de menos, hasta siempre.

Patricia Sirgo Granda, Oviedo