La tragedia de la casa de Chorín
El 10 de septiembre es una fecha fatídica para esta gran ciudad de Oviedo, cuando a los 52 días del comienzo de la guerra civil Oviedo era asediada por tierra y aire, y ocurrió la terrible tragedia de la matanza de 120 personas en los sótanos de la casa de Chorín, cuando dos aviones de la República bombardearon la ciudad.
Suenan las sirenas de la Fábrica del Gas, de la Amistad, de la Fábrica de Armas, y las campanas de la Catedral, de la iglesia de San Juan, San Isidro y otras, anunciándonos que se acercaba la temible aviación, que en sólo un día –aquel 10 de septiembre– lanzó sobre nosotros más de quinientas bombas mortíferas. Una de ellas se fue a estrellar en los sótanos de la Casa de Chorín, que hacía esquina entre las calles Caveda y Foncalada. Allí había más de 150 ancianos, mujeres y niños dentro de aquel refugio, y mató a ciento veinte.
Por aquellos días también hubo otra matanza en Guernica. Paradojas del destino, el Guernica fue pintado por Picasso para la posteridad, pero no así la terrible tragedia de la Casa del Chorín.
En la calle Caveda habían depositado ochenta cadáveres de los niños, ancianos y mujeres, pero dentro todavía quedaban más de cuarenta, la mayoría descuartizados. Yo perdí a toda mi familia: mi madre, mis abuelos maternos, dos tías mías y dos hermanitos gemelos de sólo cuatro añitos. No quiero dañar el sentimiento de los demás, pero ésta fue la realidad de lo allí ocurrido.
Quizá sea este año mi último recuerdo de aquella tragedia, pero nuestros hijos, nietos y bisnietos nunca han de olvidar esa terrible fecha, la peor tragedia ocurrida aquí, en Oviedo, el 10 de septiembre de 1936, cincuenta y dos días después del comienzo de la terrible guerra civil. Que nunca más vuelva a ocurrir en ningún lugar.
José Manuel García
Peruyera, Oviedo
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