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15 de mayo: movilización ciudadana

9 de Mayo del 2011 - Miguel Ruiz García (Oviedo)

Resulta desconcertante a veces hablar de política, el mismo discurso nos viene todos los días a la cabeza, otra vez la misma indignación, otra vez la campaña electoral, otra vez la corrupción. Todo para llegar a esa conclusión con la que tanto nos gusta zanjar las conversaciones; y es que un «hay que echarlos a todos» o un «esto no tiene remedio» pueden ser muy amigos si el que media es nuestro amigo inmovilismo.

Asimismo nos desconciertan también casos como el de Egipto, y quizá no tanto Libia y Siria. Cuando algo está fermentando entre los ciudadanos, y máxime de una manera tan entregada como sencilla, entonces suena el despertador. El caso es que hace unas semanas muchas personas que ni nos conocíamos estábamos en nuestro trabajo, estudios, en el paro, en nuestra asociación, organización... en fin, viviendo nuestra vida particular. No sé si serán las nuevas redes sociales, el cúmulo de descontento, malestar, indignación, o qué... pero el caso es que una chispa se está haciendo fuego, un fuego capaz de quemar la fuerte barrera que separa la reflexión de la acción, de una manera sorprendentemente coordinada y esperanzadora, entre simplemente ciudadanos de este país. ¿Y todo por qué y para qué? Pues tócate lo que quieras, porque es para pedir democracia. ¿Pero eso no estaba superado ya hace bastantes años?

Bueno, el caso es que de paso llegan las elecciones y te recuerdan tu digno deber como ciudadano de ir a votar, y empiezan los tormentos de cabeza, al fin y al cabo hay que apagar ese fuego. Entonces, harto de que te tomen el pelo, escudriñas entre la lista de partidos minoritarios, a ver si está fulanín («Fulanón» ya está muy visto), te peleas con el voto en blanco sin llegar a entender si vale o no vale, o decides no ir a votar. Pero cuando el fuego quema mucho te das cuenta de que no es suficiente. Es entonces ahí cuando surge la necesidad desde lo minúsculo, de juntarse, de cooperar, de luchar juntos por una causa; son las pequeñas novedades las que ilusionan. En este caso la plataforma de ciudadanos Democracia Real Ya (DRY), surgida de las redes sociales, une a personas de diferentes ideologías, creencias, maneras de pensar y entender la vida... sólo para pedir una democracia real en la que sean los ciudadanos los que tomen las decisiones, un cambio de sistema en el que el criterio de «lo menos malo» no acabe justificando a nuestro amigo inmovilismo, y a su primo bipartidismo. Se trata de un cambio genérico pero producto de pequeños cambios, de propuestas concretas, consensuadas y votadas que nacen de los propios ciudadanos y no sólo de un partido político votado cada cuatro años. En ese sentido ya hay noticias esperanzadoras que demuestran que lo que se pide no es del otro mundo, sino de éste, y valga el ejemplo de la solicitud hecha días atrás por parte de la Federación de Asociaciones de Vecinos del Oriente de Asturias, en la que solicitaban una modificación del procedimiento de elección de los alcaldes, junto con otras reivindicaciones en las que pedían una mayor participación ciudadana. ¿Por qué no puede figurar esto en la propuesta electoral de un partido? ¿Contradicción o democratización de los propios partidos?

A veces resulta necesario superar lo que nos divide para ir a lo que nos une, DRY está reuniendo a personas distintas con una mínima inquietud social, y por eso se ha convocado una manifestación en toda España el domingo 15 de mayo, en Asturias a las 6, en la estación de Renfe de Oviedo. Una manifestación de ciudadanos, de personas, a la que todo el mundo está invitado, menos nuestro amigo, claro.

Miguel Ruiz García

Oviedo

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