Indignante
Ahora que escribo esta carta, ha pasado ya un tiempo del Pleno de constitución del Ayuntamiento de Salas y cuatro días de las declaraciones en su periódico del portavoz del PSOE salense. Quizás he dejado pasar mucho tiempo antes de decir algo, pero es que, como decía una señora de mi pueblo: cuanto más lo pienso, más me «cala» y más me «irrita».
Ante el sueldo autoimpuesto por el nuevo alcalde de este concejo, que no se ajusta a la promesa electoral, bien está recordarle que después de la sucia y dura carga que arrastramos los salenses en los últimos años, las formas son muy importantes. Pero lo más insultante de todo fueron las palabras del ex primer edil. Condicionado por las imprecisiones de la memoria y por la necesidad de cierta corrección (sujeto, verbo y predicado), cito al intelectual y antropólogo:
«El sueldo de quien se dedica al servicio debe ser digno y acorde con su responsabilidad... y el de un alcalde no es caro ni barato para el concejo si o en función de su rendimiento...».
Parece ser que ese servicio y esa responsabilidad sólo fueron adecuados para el sueldo de 42.128 euros, pero no para responder de:
a) Haber actuado como valedor de una empresa minera privada que de forma oscura no se olvidó de perpetrar ninguno de los impactos ambientales, sociales y sobre la salud que figuran en el índice del informe más elemental, siendo especialmente remarcado el envenenamiento del Narcea, por ejemplo, la contaminación por arsénico denunciada por Greenpeace el 12 de febrero de 2005, contribuyendo con ello a la disminución del salmón, por mucha casa luminosa que le hayan puesto.
b) Con una gestión opaca y bravucona haber sido el motor del deterioro ambiental y paisajístico de la comarca, prolija ahora en canteras y parques eólicos. Ítem más subestación eléctrica, polígono industrial en la Vega del Narcea, etcétera.
c) Destrucción y abandono del patrimonio cultural y etnográfico de los ciudadanos por una palurda modernidad rentable en votos.
d) Habernos dejado la caja de los dineros esquilmada y endeudada.
e) Y como podría terminar con el abecedario, lo dejaré en esta letra, sin olvidar que usted justificó y apoyó públicamente en Pleno municipal un vergonzoso escrito en el que arremetían contra la persona de una articulista en este periódico, recurriendo a unos desgraciados y trágicos recuerdos que nos produjeron indignación y tristeza a todos. Además, en el mismo fango pedían la censura de dicha articulista. Ustedes, que durante tantos años, como la Guardia Civil y el cura de antes, expedían a su criterio certificados de buena conducta democrática. La razón, nada más y nada menos, que al estar muchos de los artículos en fábula, podían causar daños psicológicos en los lectores, cuidadanos que, visto lo visto, en tan poco tienen. Para terminar, la firmante de tal bazofia fue premiada con un oscuro y difícilmente legal puestucho con sueldo obsceno pagado por todos nosotros.
Nos ha salido usted caro, muy caro.
Para terminar vuelvo a citar al ex alcalde:
«... Decir que se puede vivir con un sueldo de mil euros al mes es demagogia».
Pues dígaselo a los miles de jóvenes inconmensurablemente mejor preparados que usted que tienen que vivir con mil euros o menos al mes. Dígaselo a los miles de personas que con un sueldo de mil euros o menos mantienen a una familia. Dígaselo a los miles de parados que cuánto desearían cobrar al menos mil euros. Dígaselo a todos los jóvenes y jubilados de este concejo que no tienen un sueldo ni una pensión que llegue a mil euros. Mientras usted y los suyos cobraban lo que nunca hubieran soñado ni por su preparación ni por su capacidad. Mientras usted y los suyos malgastaban y dilapidaban el dinero. Mientras usted y los suyos compartían mesa, mantel y risitas con los causantes de esta crisis, por muchas cartitas lindas que luego envíe a los periódicos.
¡Ah, claro! Ellos son la morralla, la purria y ustedes, la casta política de refinados gustos y exquisito paladar.
Indignante. Verdaderamente indignante.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo