Gabino debe mirar a Gallardón
Siento envidia sana cuando veo en los medios de comunicación a sindicatos y patronal participar conjuntamente en la presentación de un plan de mejora de áreas industriales y empresariales de Madrid. La presentación, a cargo del alcalde Alberto Ruiz Gallardón, ha tenido lugar en el vivero de empresas de Carabanchel. El vivero de empresas de Carabanchel forma parte de la red de viveros puesta en marcha dentro de la línea nuevas infraestructuras que prevé el plan que presentaron recientemente. Lo que distingo en esa iniciativa es una apuesta por el espacio, por el barrio y por un modelo económico. La apuesta por los viveros es una apuesta por la economía social, las cooperativas y el autoempleo.
Siento envidia sana porque dicho plan es una iniciativa nacida del consenso Ayuntamiento, empresarios y sindicatos y se encuadra en el marco del Consejo Local de Madrid, del que forman parte Ayuntamiento, CC OO y UGT y la patronal madrileña (CEIM), contempla obras de mejora y rehabilitación de los polígonos industriales, así como una red de líneas de transporte a los centros de trabajo, puntos de información y localización de calidad, asesoramiento en salud laboral y medio ambiente, una oficina de arraigo empresarial y previsión de millones de metros cuadrados de suelo industrial.
Quiero enfatizar que esto mismo, la forma de actuar conjuntamente, es lo que defiendo y quiero para Oviedo. Los agentes sociales son maduros y saben que estamos en un momento difícil y de gran responsabilidad para las instituciones que tienen que gobernar esta crisis. En este sentido y aunque en España nadie sabe cuándo vamos a salir, al menos sí debemos decidir cómo vamos a salir y esto es una responsabilidad de empresarios, sindicatos y administraciones.
El alcalde de Oviedo no puede seguir mirando al tendido sin implicarse. Tiene que tomar la iniciativa en la creación de empleo y mostrar el interés municipal por potenciar y adecuar la industria al nuevo contexto en que competimos, desde la convicción de su extraordinaria capacidad para acelerar la actividad de otros sectores, generar y asimilar innovaciones tecnológicas, diversificar la propia economía e incrementar la cohesión social y el reequilibrio territorial.
Quiero insistir en que no será con la receta de China como saldremos. Es imposible salarios más bajos y despidos más baratos. La apuesta tiene que ser la contraria, innovación en los productos, desarrollo industrial, servicios de calidad, apuesta por anticipar inversiones que permitan cuando salgamos tener infraestructuras sólidas. Por ello –la importancia del diálogo social en Oviedo–, son importantes estos viveros donde se ayuda a los emprendedores a que no se hundan por falta de apoyo.
Para dar cuenta de la idoneidad de esta iniciativa, el conservador alcalde de Madrid citó un reciente análisis de la Secretaría de Comercio de Estados Unidos en el que se indica que la inversión pública más rentable en términos de puestos de trabajo son los viveros de empresas. «Según ese estudio, con cada 10.000 dólares –unos 7.650 euros– invertidos con este fin se pueden llegar a crear directa o indirectamente hasta 50 empleos».
Estamos ante unos datos que avalan que Oviedo tiene que emprender el camino correcto para fortalecer su estructura económica. A mi juicio, es la hora del empleo, la hora de que el tejido de las pymes que está teniendo problemas vea soluciones. De lo contrario, miles de empleos, que no van a los ERE ni a la jubilación anticipada, acabarán en el INE. Entiendo que la economía debe gobernar los mercados, la democracia debe gobernar la economía y la transparencia debe regir los procesos económicos y sociales.
Concluyo diciendo que Oviedo tiene que estar en condiciones para que el nuevo mundo que ha de empezar sea un mundo más seguro y con mejor empleo. El Alcalde y el PP tienen la responsabilidad de hacerlo posible y para ello tienen que salir de su atonía y mirar lo que hace a través del diálogo social un alcalde, no de izquierdas, de su propio partido.
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