Mis mejores amigos los llevo en el bolsillo
En el mundo actual nos movemos en una sociedad que nos educa especialmente para el consumo. Nos exigen que nos convirtamos en verdaderos héroes para hacer frente a todos los pagos y poder llegar a fin de mes. Todo gira en torno al dinero. Parece mentira que unos simples papeles tintados tengan tanto valor y sea tan difícil conseguirlos.
Y ¿os habéis preguntado alguna vez qué pasaría si todo fuera gratis? Primero se dejaría de trabajar, no habría puestos de trabajo porque como no se necesita el dinero tampoco se necesitaría trabajar y con lo siguiente las cifras del paro bajarían hasta hacerse completamente inexistentes. Las entidades financieras desaparecerían porque no podrían ni administrar ni guardar el dinero, no existirían los cheques, pagarés ni tarjetas de crédito. Los comercios dispondrían su mercancía completamente gratis e ir a la compra sería algo parecido a ir a nuestra despensa. Podríamos vivir igual que vive la gente adinerada, con toda clase de lujos y caprichos pero sin habernos gastado ni un duro. Podríamos tener el coche de nuestros sueños o irnos a unas costosas vacaciones... Y todo esto sin echar mano de nuestra cartera.
¿Cuánto podríamos vivir así? Yo creo que mucho no, porque quien algo quiere, algo le cuesta; entonces la vida ya no la disfrutaríamos igual que ahora y ya no tendría mucho sentido si todo lo que quisiéramos lo pudiéramos tener, ya que cada vez querríamos más y más. Viviríamos en un mundo de caprichos y deseos que se cumplirían al momento. Perderíamos la finalidad de la vida, ya que no viviríamos para lograr un objetivo sino para tener todo lo que queremos.
Tampoco podríamos vivir porque al no existir el trabajo nadie trabajaría, entonces las mercancías no llegarían a las tiendas y no podríamos sobrevivir.
En resumen, se viviría bien sin dinero una pequeña temporada, no nos tendríamos que preocupar por las deudas ni tendríamos problemas para llegar a fin de mes, pero toda la vida no podríamos vivir así, ya que seríamos esclavos de nuestros propios deseos e impulsos y no seríamos libres por completo ni podríamos vivir bien.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo