¿Recuperación o expolio?
Conociendo mi afición a los bonsais y mi dedicación profesional a la divulgación de la naturaleza, un amigo me ha enviado un artículo publicado por ustedes el pasado 10 de abril en el que se narra la presentación de un tejo asturiano de 800 años, arrancado de la montaña, en una exposición celebrada en Murcia. Pensaba que el artículo en cuestión sería una protesta contra el expolio del patrimonio natural asturiano y una denuncia contra los propietarios del árbol por vulnerar de manera flagrante el Decreto 145/2001 del Gobierno de Asturias por el que se aprueba el Plan de Manejo del Tejo y que en su artículo 5.1.1. establece que queda prohibida la corta de tejos para aprovechamiento de madera o leñas, la poda y el arranque o destoconado. Para mi sorpresa, me encuentro con una redacción que, en el mejor de los casos, se puede calificar como neutra, si exceptuamos el uso del verbo recuperar para referirse al expolio del ejemplar. ¿Acaso estaba en peligro el lugar donde el árbol había conseguido resistir 800 años a los herbívoros, las tempestades, las plagas y los humanos? En el dudoso caso de que así fuera, ¿tenía el recuperador permiso del propietario y de la Administración para arrancarlo? Espero y deseo, por el bien de los tejos y de nuestra propia especie, que el Seprona intervenga, como está haciendo con gran contundencia en el caso de los olivos centenarios que en la Comunidad Valenciana también estaban siendo recuperados de los campos de cultivo para trasladarlos a jardines y rotondas donde, por cierto, un alto porcentaje de ellos muere a los pocos años.
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