Llanes, el hábito no hace al monje
Soy una antigua alumna del Colegio Divina Pastora de Llanes, lugar donde pasé toda mi infancia y preadolescencia (nueve años en concreto).
Tengo dos hijos y cuando llegó el momento de escolarizar al mayor de ellos, mi marido y yo estudiamos las ofertas académicas del Colegio Divina Pastora y del Colegio Público Peña Tú con la intención de optar por el centro que mejores características y mejor proyecto educativo nos ofreciese. Nos decantamos por el C.P. Peña Tú porque su oferta era definitivamente más completa que la del Colegio Divina Pastora.
A mí, personalmente, tomar esta decisión me costó lo mío, porque yo quería que mis hijos estudiaran en «mi» Colegio, con «mis» Franciscanas, de las que tengo el mejor de los recuerdos y a las cuales guardo el mayor de los respetos, aunque alguna de ellas me retirara el saludo y la palabra cuando decidimos matricular a nuestros hijos en otro centro.
Ahora que el Colegio Divina Pastora se encuentra en unos momentos tan duros y difíciles, llega a mis oídos que, en el caso de que finalmente concluya su labor educativa (como tristemente así parece que va a ser), algunas personas tienen ciertos prejuicios contra el C.P. Peña Tú porque creen que la formación religiosa de los niños no va a ser de la «calidad» que habría tenido en el Colegio Divina Pastora.
Pues todos tranquilos, señores, porque el C.P. Peña Tú, que es aconfesional, ofrece la enseñanza de Religión Católica a todos los niños cuyos padres así lo soliciten.
A título personal y como católica que soy, pongo en su conocimiento que el profesorado de Religión Católica del C.P. Peña Tú es excelente, profesionales cualificados y nombrados por el Arzobispado y más que perfectamente capacitados para formar a los niños en materia religiosa; así que todos aquellos que crean que la «calidad» de la enseñanza de la Religión es exclusiva de los colegios confesionales se equivocan de medio a medio. El hábito, señores, no siempre hace al monje.
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