Titanic de Laviana, historia y deporte
Toda una centuria constata el sueño de un grupo de chavales lavianeses que disfrutando del juego del balón en los albores del siglo pasado denominaron a su equipo de fútbol Titanic, en recuerdo y honor del enorme paquebote inglés que se hundió en aguas de Terranova cuando hacía la singladura desde el puerto de Southampton (Reino Unido) hasta Nueva York.
Y ese Titanic futbolero a golpes de pelota, esfuerzo, trabajo, entusiasmo, querencia, problemas, sinsabores y mucho apoyo popular ha logrado salir a flote en numerosas ocasiones para dejar el pabellón local a la altura de la honradez y el buen hacer. Hoy son cien años de fructífera carrera de fondo que quiere celebrar con toda su parroquia de socios, simpatizantes, amigos, jugadores, directivos… en un afán de recordar las hazañas realizadas a lo largo de estas décadas por uno de los conjuntos más veteranos de España y el cabeza visible, junto al Sporting, de los asturianos. Y en este largo periplo de juego de pelota por infinidad de campos del país, preferentemente del norte de España, Castilla y León y Madrid, el Titanic sigue ahí con la fuerza de los años, la vetustez de sus colores rojiblancos, el estilo y carácter de un equipo singular y el amor sentido de su afición que sigue al pie del cañón en momentos complejos y cargados de dificultad. Y es que cien años es un tiempo que marca historia, ofrece solera y regala espíritu de conjunto pleno de sabiduría y recorrido pelotero labrado en todo este discurrir deportivo.
Todo el pueblo de Pola de Laviana y concejo está sujeto a su equipo de fútbol, pues la mayoría de sus jugadores, directivos y encargados de la logística rojiblanca están entroncados con las familias domésticas que conforman el alfoz histórico lavianés. Y esa realidad forma un conglomerado que anuda las relaciones entre el ambiente urbano y el ambiente deportivo, lo que conlleva que el conjunto de fútbol sea una parte más de la idiosincrasia local y especialmente una seña de identidad que define a esta villa del alto Nalón. Pura sociología, sin duda.
Ahora con los honores de la Casa Real por este centenario, con el apoyo incuestionable de la Federación Asturiana de Fútbol, con la simpatía y la deferencia de todos los equipos del balompié asturiano y con la satisfacción del Ayuntamiento y sobre todo del pueblo de Laviana, el Real Titanic Club de Fútbol alcanza esa cifra mágica y casi imposible de los 100 años, toda una proeza y una leyenda viva que refleja la casta y la raza de las gentes de Laviana. Don Luciano López y García Jove, cura centenario entre los sacerdotes asturianos y estudioso a fondo de las cosas locales, dijo en su día que el fútbol en Asturias tuvo sus comienzos en Pola de Laviana, y aquellos mozalbetes de familias pudientes de la Pola que estudiaban en colegios foráneos y, algunos, pasaban sus veranos en Inglaterra a la vuelta se enzarzaron con un espléndido balón de reglamento, objeto de deseo en la introducción del juego de pelota con sus reglas y su práctica al estilo de las public schools inglesas, iniciadoras de este deporte.
A los difusores del fútbol en Asturias y en Laviana todo el aplauso de la afición local: Cabero, Sixto, Ceferino, Jaime, Mariano, Amador, Benito, Graciano, Chepe-Capitán-Máximo y Angelín son los viejos leones que pusieron en marcha todo un equipo de fútbol de nombre Titanic. Y la historia está ahí para contarla y vivirla.
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