El Ayuntamiento está en ello
Las cosas han cambiado en la Administración, ya no hay ventanillas, sino puertas de cristal, puertas que te abren para que salgas del Ayuntamiento, y el «Vuelva usted mañana» de Larra se ha transformado en un «Estamos en ello». A primeros de noviembre de 2011, unos familiares visitan el cementerio y me comunican que hay un pequeño socavón al lado de mi enterramiento; ante el miedo de un posible deterioro de la sepultura, me persono en las oficinas del cementerio y me comunican que ya han pasado aviso al Ayuntamiento, alegan que ellos sólo son empresa explotadora, aun así les dejo mi número de móvil para que me avisaran en el caso de un aumento de los desperfectos.
Transcurrieron cuatro meses, estamos ya en marzo, el socavón es cada vez mayor, y por supuesto no me ha llamado nadie, tanto mi mujer como yo llegamos a la misma conclusión: menos mal que fue un invierno seco, pero ¿qué pasará cuando llueva?
Hoy, 24 de abril de 2012, tras las lluvias copiosas, el desastre afecta ya a un montón de enterramientos, incluidos los accesos. En la oficina del cementerio, me comunican que por fin acaban de pasar los aparejadores del Ayuntamiento, dicen que el problema es enorme, que afecta a una floristería y todo, que ya ha habido traslado de restos, etcétera.
Yo me pregunto: ¿Por qué no se me avisó?, ¿qué esperaban?... ¿Ver los restos flotando?
El Ayuntamiento, Patrimonio creo, no ha tenido tiempo para pasar en seis meses; si yo tuviera un fallecimiento en mi familia, cosa que no deseo, ¿qué hago?: según la oficina del cementerio, un enterramiento en un nicho durante 5 años, y el resto de la familia en otro sitio.
Señores, estamos hablando de enterramientos de nuestros seres queridos, no es una fábrica de chorizos.
Antes de enviar esta carta, he querido pasar por Patrimonio, me indican que si no he presentado un escrito anterior a la destrucción no hay explicación; aun así espero al aparejador, por toda contestación me indica que está en ello y me abre la puerta para que abandone el Ayuntamiento.
Una pena, mi suegro luchó por un Oviedo mejor siendo concejal y, una vez enterrado, le contestan que «Están en ello».
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