Dar paso a las nuevas generaciones
Hace un tiempo que soy residente en la residencia del Cristo, en Oviedo, en la que me encuentro muy satisfecho y agradecido por el comportamiento y el trato que recibimos, es mi opinión.
Los días que está bueno procuro salir por Oviedo a caminar. Estoy sorprendido con los habitantes de esta maravillosa ciudad. No respiras más que cultura. Observo que en cuadrillas de chicos y chicas no percibes ninguna palabra que pueda molestar a alguien. ¡Qué riqueza humana demuestra esta juventud! Es muy significativo y digno de elogio. Igualmente, tengo que dejar constancia y admiración por la labor de estos magníficos medios de comunicación de Asturias y España, de la información que nos suministran todos los días, tan veraz y coherente.
Lo que no puedo es valorar a estos políticos regionales por los mismos argumentos, por demostrar no demostraron nada significativo. Lo único que pudimos escuchar los asturianos fue lo de siempre, demagogia y crispación.
El presidente de Asturias salido de las últimas elecciones, señor Álvarez-Cascos, líder del partido Foro (en estos momentos presidente en funciones), hizo unas manifestaciones de que es impracticable una alianza entre el PP y su partido para gobernar la autonomía asturiana. ¿Por qué, señor Álvarez-Cascos? Usted ya sabía la oposición que pondría el Partido Socialista a su nombramiento como presidente, y por ello estaba obligado a llegar a un acuerdo con el Partido Popular.
La paz se construye sobre valores de justicia, y no con decisiones personales. Es hora de que impere la cordura y sensatez.
El Gobierno del Principado de Asturias tiene la obligación de llegar a acuerdos con los grupos más afines en cuanto a su ideología. Es urgente hacer un planteamiento serio de lo que es más eficaz, en el que el mundo informativo es una parte muy importante y, por tanto, pueda informar con veracidad y eficacia. Tenemos que hacer y utilizar siempre la razón que impere sobre la ignorancia.
Los asturianos no podemos resistir más monsergas y demagogia y tanta crisis, que los políticos han de intentar comprender honestamente.
Siempre será mejor. Las crisis son la consecuencia de unas malas políticas por parte de sus dirigentes, y no la consecuencia de la fatalidad. Por eso también será política la salida, y dense por aludidos.
Cascos fue un buen político. Pero va perdiendo su capacidad mental y envejeciendo. Hay que dar paso a las nuevas generaciones y rendirse a la evidencia.
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