Una calle para los voluntarios de Protección Civil
Hace ya mucho de los «naranjitos» del Mundial de 1982 en España y, sin embargo, si se observa el desarrollo competencial de protección civil en el Estado, incluida la última novedad que recientemente ha supuesto la UME, la impronta del señor Figueruelo, responsable de Protección Civil en Barcelona entonces y después director general de Protección Civil, llega hasta hoy con los voluntarios de Protección Civil.
En Oviedo, los voluntarios de Protección Civil echan a andar con la llegada de Antonio Masip a la Casa Consistorial y Antonio Simón Méndez como primer concejal, siendo nombrado jefe de la Agrupación Municipal de Voluntarios de Protección Civil el malogrado Corsino Suárez Miranda, funcionario bombero y medalla de plata de Oviedo. Después de Simón vendrían otros concejales: Begoña Pérez, García Casal «Piti», Mallada, Cuervas-Mons, Reinares y, si no me dejo alguno, que espero me excuse, llegamos hasta la actual Conchita García. Con la marcha de Corsino para el Principado de Asturias fui elegido para sustituirlo y lo hice durante seis años; después vendrían otros bomberos, policías y funcionarios como Luis, Moisés, Eduardo, Gayol, y ahora Arturo, siendo José Manuel su máximo responsable. Ahora bien, los verdaderos protagonistas han sido, y siguen siéndolo, los propios voluntarios. Primero intentamos que todos los voluntarios de Protección Civil fueran bomberos voluntarios, para enlazar de alguna forma con aquellos primeros voluntarios organizados en el siglo XIX para hacer frente a las emergencias en el concejo: los bomberos voluntarios. Pero el caso es que, independientemente del nombre que lleven, los voluntarios de Protección Civil han contribuido, y contribuyen, a mejorar la seguridad de los ciudadanos de Oviedo formando parte de dispositivos de prevención y seguridad en actos culturales, festivos, deportivos, y también a través de actividades de concienciación sobre la prevención en centros escolares, asociaciones vecinales y centros de mayores u organizando concursos de dibujo o redacción.
Los voluntarios de Protección Civil de Oviedo, además de hacerlo en el Carlos Tartiere o en el «Día de América en Asturias» y en todas las fiestas de San Mateo, la cabalgata de Reyes, la Semana Santa y otros eventos, han colaborado en el dispositivo de seguridad del primer Día de Asturias que se celebró en nuestra comunidad, allá por el año 1984, en Vegadeo, y en otros después; en incendios forestales en el Naranco; colaboraron también con la asistencia social municipal en importantes nevadas, en inundaciones... En la agrupación nacieron las primeras unidades caninas de salvamento y últimamente la aportación más destacada ha sido la dada por los bomberos voluntarios de Trubia, que también pertenecen a la agrupación y que así han reconocido tanto la consejera de Presidencia como su propia concejal delegada. Podría citar también algunos o algunas, incluido algún conocido objetor de conciencia que hizo su prestación social sustitutoria del servicio militar con los voluntarios de Protección Civil. Hay razones suficientes para dedicarles una calle porque han estado y seguirán estando ahí. Claro que se lo merecen.
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