Dos varas de medir con los clubes de fútbol
Los clubes de fútbol, que son empresas ya hoy, tienen contraída una deuda con Hacienda, o Agencia Tributaria, de más de seiscientos millones de euros, pufo que no tiene penalidad alguna. Ahora, el Gobierno de Rajoy les da un plazo, hasta el año 2020, para que se desempufen. Así, alegremente, demostrativo de esa otra vara de medir, tan distinta de la que se aplica al exprimido e indefenso contribuyente de a pie. Para éste, no hay plazos ni favores: los cancerberos de Hacienda le hacen una feroz inspección y lo empaquetan como está mandado. Los clubes de fútbol, sobre todo el Madrid y Barcelona –tan mimados y con más cuento que otra cosa–, tienen la patente no de corso, sino del pufo tolerado por la Agencia Tributaria, tan dura e inflexible con el currante de salario o pensión, dicho sea una vez más.
Además de las dos varas de medir que hay en lo que a justicia se refiere, ahora sabemos que también las tiene la malévola y voraz Agencia Tributaria, y de manera muy arbitraria. Apañados estamos, Hilaria.
Volviendo al tema futbolero –hoy, mercanti1izado, prostituido deportivamente y pesetero–, si levantaran la cabeza, por ejemplo, aquellos grandes jugadores del pasado como Zamora, Eizaguirre; Herrera o Herrerita y tantos otros, que hicieron verdadera historia deportiva y desinteresada, ¿qué dirían aquellos fenómenos si vieran este fútbol de hoy y sus millonarios fichajes? Seguro que se caerían de espaldas. Futboleramente, sí podemos decir que todo tiempo pasado fue mejor. E1 fútbol, entonces, era un deporte idealizado, con pasión y sin egoísmos, y hoy está mercantilizado, es ambicioso y pesetero. Hogaño, todo lo condiciona y prostituye el dinero.
El hombre, cuando el trueque fue antes que el dinero, sí fue verdaderamente feliz; sin ese mundo bancario y puñetero.
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