El señor Beteta es un demagogo
El pasado día 13 de abril, viernes, en la página 36 del diario LA NUEVA ESPAÑA se recogen unas declaraciones del señor Beteta (secretario de Estado para las Administraciones Públicas); leídas las mismas es fácil llegar a la siguiente conclusión: señor Beteta, usted está ocupando un cargo para el que no está capacitado, usted no conoce la Administración pública o usted es un demagogo. ¿De verdad cree usted que los funcionarios acuden a su puesto de trabajo para tomarse cafelitos y leer los periódicos? ¿De verdad cree usted que los funcionarios públicos no son productivos? Perdone, usted no tiene ni idea del funcionamiento de la Administración ni de cómo se trabaja en ella. Habla usted en el acto celebrado en Madrid del Foro Aragonex de fomentar valores como la responsabilidad, la honradez y el trabajo. ¿Ese acto se celebró en horario vespertino? Señor Beteta, ¿se «encontraba» usted bien? Es sabido que, a partir de ciertas horas de trabajo, el rendimiento disminuye; más si la comida ha sido copiosa y la sobremesa larga.
Señor Beteta, vea un pequeño ejemplo:
Trabajador: funcionario de Administración local de un concejo asturiano de menos de 3.000 habitantes.
Forma de acceso: oposición libre.
Categoría profesional: auxiliar administrativo.
Antigüedad: más de 30 años.
Salario: de auxiliar administrativo (congelación salarial con el PSOE, primero; con el PP, después; bajada de sueldo con el PSOE; nueva congelación con el PSOE, y congelación, un año más, con el PP).
Tareas o funciones: trabajadores encargados de tareas consistentes en operaciones elementales relativas al trabajo de oficina y despacho, tales como correspondencia, archivo, cálculo sencillo, confección de documentos tales como recibos, fichas, transcripción o copias, extractos, registros, contabilidad básica, atención al teléfono, mecanografía al dictado y copia, toma taquigráfica en su caso y la traducción correcta a máquina, manejo de máquinas simples de oficina que por su funcionamiento no requieran hallarse en posesión de técnicas especiales, y realiza también funciones administrativas de carácter elemental.
En la práctica, en el trabajo día a día:
Negociado de Intervención: participa en la elaboración del presupuesto municipal, en la elaboración de modificaciones de crédito, en la liquidación del presupuesto, en la rendición de cuentas a distintos organismos, realiza las tareas de contabilidad diaria...
Nóminas y Seguridad Social: contratos de personal laboral, confección y abono de nóminas, altas y bajas en la Seguridad Social, cotización...
Negociado de Secretaría: Solicitud y justificación de subvenciones, despacho de correspondencia...
Tesorería: ingresos, pagos...
Varios: atención al público, telefónica...
Como puede apreciar, el trabajo que se realiza dista, está a años luz, del que debería realizar. Como ve, productividad de este funcionario: cero o nula.
Señor Beteta, ¿sabe usted a cuántos cursos de perfeccionamiento, de aprendizaje, de puesta al día en las nuevas tecnologías he asistido en estos más de treinta años? Ello redunda en una mayor rentabilidad del trabajador para con la empresa.
Absentismo laboral: por suerte, gracias a Dios, unos cuarenta días de baja laboral durante estos treinta años (un mes por una pequeña operación quirúrgica y unos ocho días por ansiedad).
Señor secretario de Estado de Administraciones Públicas, ¿quiere que hablemos de responsabilidad, de honradez, de trabajo? Señor Beteta, ¿usted sabe qué es eso?
Ésta es la realidad de la Administración y, si existe algún abuso (que lo habrá, como en cualquier otra empresa), adopten las medidas correctoras precisas; pero no traten a todos los funcionarios como unos vagos y unos privilegiados.
Reciba un cordial saludo de un funcionario de la Administración local de un pequeño concejo asturiano.
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