La Nueva España » Cartas de los lectores » La química universitaria del afecto

La química universitaria del afecto

15 de Mayo del 2012 - José Antonio Martínez-Álvarez (Oviedo)

La Universidad es un problema permanente sobre el que paradójicamente se retroalimenta su permanencia, en el complejo mundo de la educación superior. En grandes rasgos podemos decir que nació como una «fundación eclesiástica» la cual sufrió lo que hoy podríamos llamar sucesivas «refundaciones»; adaptadoras a las circunstancias sociales políticas y económicas de los tantos y diversos momentos que la afectaron. La refundación confiscadora-nacionalizadora hacia lo publico pudiera ser el primer maremoto social por el que se vio afectada. En otros momentos las aplicaciones refundadoras tomaron caminos de los riesgos inherentes a la humana sociedad, inconscientemente revolucionaria; en unos casos destructiva radical, bélica o también la pretendida revolucionaria utópica, reeducativa con tendencia mimética del desarrollo social civil del momento impuesto o no.

La más reciente aunque no cualificada cambiante del contexto fundacional está basada en el contenido populista, con una pretendida o supuesta y sobre todo deseada infinitud. El terremoto económico hace mirar a la realidad de la economía sostenible, para cimentar los cambios sin recursos o con las premisas divergentes de educación sin limitaciones y educación gratuita no exigente. El maremoto social de la institución pública crea una ola (tsunami) de desconfianza-desgana social y hace disminuir notablemente el esfuerzo, como base esencial universitaria de y para todos sus componentes y beneficiados. Estas más actuales circunstancias obligan a recomponer la Universidad con formas de lo que sería más lógico llamar «cofundaciones», es decir, mezclas efectivas y flexibles de los valores universales de siempre, cuales son el esfuerzo mantenido, dedicación docente permanente, sin eludir y perfeccionar también la gestión sobria y eficiente en el servicio. Refundar en tiempos de crisis con exigencias de participación cofundadora es muy difícil pero no imposible; además, es un denominador común, repetido en la larga historia del deambular de la Universidad en la sociedad local en su momento y ahora en la euro-universidad-Bolonia o universidad global integrante de las tecno-redes.

La promoción 1956-1962 de Ciencias Químicas de la Universidad de Oviedo celebra los cincuenta años de la finalización de su licenciatura. Fueron tiempos difíciles personales, como los de cualquier estudio ejercido con responsabilidad. Tenían complejos añadidos de crisis sociales y económicas que los alumnos y profesores dignos e indignados del momento actual les resulta difícil entender. Estos universitarios de aquel entonces peor que el actual aportaron el esfuerzo a la «co-fundación», en el momento que les correspondió y las circunstancias de otras crisis. Siguieron adelante y hoy están aquí (algunos en el más allá pero recordados) dando el ejemplo de la universalidad universitaria cual es la permanencia, por encima de todos los riesgos al servicio de la humanidad. Gracias promoción del bien ganado «estrato oro» de vuestro esfuerzo. Gracias reiteradas y que los dignos universitarios de hoy persistan afrontando algunas «indigencias» y no convirtiéndolas en el exceso de dignidad que, como cualquier exceso de la mucha o mala química, siempre destruye cualquier ambiente. Gracias sobre todo por la co-fundación mantenida de la «Universidad de la cordialidad en el afecto», que hoy manifestáis exteriorizándola con vuestra reunión personal y visita al edificio fundacional de la cuatro veces centenaria Universidad de Oviedo, y que continúa, con renovados profesores y alumnos, la cadena de cadenas que fue, es y será cualquier Universidad. Mucho mejor siempre si practica la co-fundación en la cordialidad y afecto permanente.

Cartas

Número de cartas: 46105

Número de cartas en Octubre: 43

Tribunas

Número de tribunas: 2088

Número de tribunas en Octubre: 2

Condiciones
Enviar carta por internet

Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.

» Formulario de envío.

Enviar carta por correo convencional

Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:

Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo
Buscador