De un agnóstico para unos falsos creyentes hipócritas
Personas bienintencionadas, que nunca faltan, me comunican que cierto periodiquillo local de la comarca oriental de Asturias se hace cruces (nunca mejor dicho) porque un «agnóstico contumaz» dio el pregón de Semana Santa en una iglesia. La respuesta no merece la extensión de un artículo. El mencionado periodiquillo no se limita a insultar y calumniar a los disidentes llaniscos, sino que ahora juzga las íntimas creencias ajenas, siempre por el procedimiento vil de no llamar directamente a las cosas y a las personas por su nombre, pero eso es problema suyo y de sus lectores. Yo me limito a afirmar que más vale ser agnóstico, pero reconocer y defender la supremacía de la moral, de la cultura y de la civilización cristianas frente al relativismo moral y a la "alianza de las civilizaciones", que ser creyente franquista al servicio de un partido que incluye en su programa crímenes como el aborto, que implica la ex comunión para el cristiano que lo practica, difunde, defiende o apoya (con su voto).
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