Acoso a los menores a través de internet
Está de actualidad y a las familias les preocupa el que a través de los ordenadores que se utilizan de gran manera por los adolescentes y por menores el posible acoso que puedan sufrir a través de este medio.
Podemos definir el acoso por internet o ciberacoso con intención sexual como las acciones intencionadas que realiza un adulto a través de internet para ganarse la confianza de un menor de edad y así obtener su satisfacción sexual mediante imágenes eróticas o pornográficas que consiguen engañando al menor, pudiendo inclusive el poder concretar un encuentro físico y poder abusar sexualmente de él o ella.
Todo puede comenzar a través de un chat, redes sociales, etcétera, frecuentadas por menores, fingiendo ser otro menor de edad, con gustos parecidos, y con un buen parecido físico, al enviarle imágenes de otro menor que haya conseguido con engaño en la red con dichas características, todo con el propósito de con el tiempo ganarse su confianza. En el transcurso de dicha relación intentará convencer al menor para que le envíe alguna fotografía comprometida. Si el menor una vez enviadas dichas fotografías no accede a sus pretensiones, el acosador le amenazará con difundir las imágenes que con alguna carga comprometida le haya podido conseguir a través de internet, y ante estas amenazas, el menor por miedo puede acceder a todo lo que el ciberacosador le pida.
Subtítulo: Consejos para atajar un delito cada día más frecuente
Destacado: En numerosas ocasiones el menor puede sufrir un fuerte sentimiento de culpa, que le ocasiona un cambio de carácter y de conducta, volviéndose más retraído con su familia
Nuestro Código Penal en su Art. 183 bis dice: El que a través de Internet, del teléfono o de cualquier otra tecnología de la información y la comunicación contacte con un menor de 13 años y proponga concertar un encuentro con el mismo, a fin de cometer cualquiera de los delitos descritos en los artículos 178 a 183 y 189, que como un brevísimo resumen de todos ellos indican lo siguiente: (que el atentar contra la libertad sexual de otra persona utilizando violencia o intimidación, o en personas especialmente vulnerables por razón de su edad, enfermedad, discapacidad o situación, o que interviniendo con engaño se realicen actos de carácter sexual con personas menores o captare o utilizase a menores de edad o a incapaces con fines exhibicionistas o pornográficos tanto públicos como privados, o que produjere, vendiese, distribuyere, ofreciese o facilitare material pornográfico en cuya elaboración hayan sido utilizados menores de edad o incapaces serán castigados con penas de prisión). Dichas penas se impondrán en su mitad superior, es decir, serán mayores cuando el acercamiento se obtenga mediante coacción, intimidación o engaño.
En España la persona que mantiene relaciones sexuales con un menor de 13 años comete un delito de abusos sexuales pese al que el menor haya podido prestar su consentimiento, ya que se entiende que por debajo de esa edad dicho consentimiento está viciado al carecer de la suficiente madurez.
En numerosas ocasiones el menor puede sufrir un fuerte sentimiento de culpa, que le ocasiona un cambio de carácter y de conducta, volviéndose más retraído con su familia.
Una vez ya sabido por la familia la existencia de este acoso es importante que se mantenga una entrevista con el menor por parte del investigador una vez realizada la denuncia, a ser posible sin presencia de los padres, recabando la autorización de ellos para poder realizarla, ya que el menor por vergüenza o falta de confianza puede ocultar detalles a ellos.
Es muy importante para evitar estos acosos las oportunas medidas preventivas, y para ello debe haber entre padres e hijos una buena relación, involucrándose los padres en el uso que hacen del ordenador, informándoles de sus peligros, y supervisando su utilización, estando en alerta ante cualquier cambio repentino y sin explicación en el comportamiento de su hijo/a. También sería muy importante que en los centros escolares se diera información sobre todo esto, pues la utilización de los ordenadores por los menores es cada vez mayor.
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