Por fin alguien se ocupa de Asturias
Las carreteras sin terminar, la modernización ferroviaria estancada, polígonos industriales construidos sin ocupación y a un precio metro cuadrado carísimo, un súper puerto que de súper tiene el coste, y la ocupación y efectividad el mini; un súper hospital, súper moderno y súper cerrado; los ayuntamientos, bajo la duda de la quiebra patrimonial (si fueran sociedades mercantiles habría ya unos cuantos en concurso necesario), sobredimensionados en personal improductivo y con servicios deficitarios; las poquísimas empresas grandes implantadas en Asturias, tensando la cuerda social permanentemente con la deslocalización; las poquísimas empresas pequeñas asturianas, sin crédito de ningún tipo y sin organización social que las ayude en potenciales nuevos mercados; las poquísimas empresas medianas implantadas en Asturias, buscando contra reloj nuevos mercados fuera para aguantar hasta donde puedan. Vale más no seguir.
Partidos políticos o políticos sin más de todo color, unos cuantos además, utilizaron desde los 90 la bandera de Asturias para crear, en unos casos, y mantener, en otros, grupos logísticos de intereses personales y relaciones económicas de difícil justificación social y que, a la postre, resultaron totalmente deficitarios en la construcción del tejido económico-social que ayude a superar entornos económicos adversos. Más bien lo contrario.
Hoy, mayo de 2012, los asturianos seguimos asistiendo perplejos al circo mediático que configuran día tras día todos los partidos políticos con sus falsos pactos, mediocres discursos y enorme cinismo sin que ningún político tenga la vergüenza de salir en los medios de comunicación y sonrojarse marchándose a su casa admitiendo que los asturianos no nos merecemos tanto castigo ni tanta mediocridad.
Esta semana pasada en una conocida cafetería del centro de Oviedo asistí perplejo a una conversación de reparto de cargos ya que si ahora salen éstos van a nombrar a y luego me ofrecerán. ¡Vaya altura de miras en bien del interés común de los asturianos! No decían que tal o cual desempeñase bien el cargo por su valía o proyecto, no.
Pero, por fin, alguien parece poner un poco de sentido común en todo esto, por fin alguien ha dicho con firmeza que o se llega a un acuerdo político para administrar la región mal llamada comunidad (de autonotuya y mía, que no de todos) o se interviene la misma. Que este desastre no se puede mantener.
Y como siempre: la culpa será del muerto: Asturias en general.
Pero lo bueno es que alguien, por fin, se ocupa de los asturianos. ¡Lástima que sea desde Madrid!
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo