Todos con Miguelón
El próximo día 16 de junio de 2012, a las 20.00 horas, tendrá lugar en el teatro Monumental de Madrid una gran gala homenaje en honor de Miguel López Galindo, Miguelón, cantante de ópera (gran bajo), cuya presencia tuvimos el honor de poder disfrutar aquí, en Asturias, en numerosas ocasiones, pues el teatro Campoamor de Oviedo era una de sus citas obligadas.
El amigo Miguelón, nacido en Madrid, tiene un currículum, pese a su juventud, nada desdeñable, con actuaciones por medio mundo, junto con cantantes, tanto nacionales como extranjeros, de la talla de Plácido Domingo, José Carreras, Montserrat Caballé o Alfredo Kraus, entre muchos otros. Fue ganador del I Concurso internacional de canto "Julián Gayarre", así como también del primer premio en la cuerda de bajo en el Certamen nacional de canto "Ciudad de Logroño". Hablar de Miguelón daría para escribir un libro y nos quedaríamos cortos, además de que para ello habría muchas personas más indicadas que yo. Por tal motivo, voy a ceñirme un poco y muy resumidamente a su faceta más personal.
Obviamente, entre sus aficiones ocupa el lugar más destacado la faceta musical, ópera, zarzuela, folclore argentino y otros, en la que, con ese tono de voz de bajo, con su gusto musical y con esa gran potencia, no dejaba de sorprender a nadie. Otro gran placer suyo era el viajar con sus amigos a los lugares más recónditos del planeta. Tenía un gran espíritu aventurero. Me constan muchas de sus andanzas por medio mundo, llenas de multitud de anécdotas. Por otra parte, por todos los lugares por los que pasaba hacía peña, de tal manera que en cualquier lugar que estuviese, siempre había alguien pendiente de él. Tiene un gran poder de convocatoria. ¿Cuándo vendrá Miguelón? Si fuera asturiano, diríamos que hacía asturianía por donde quiera que fuera. Tenía muchas virtudes y a nadie dejaba indiferente. Era amigo de sus amigos y todos le querían. Gustaba de sus amigos y nos hacía partícipes de sus vivencias. Después de sus actuaciones musicales, lo más normal era reunirse alrededor de una mesa para disfrutar de un buen ágape, seguido de una agradable sobremesa, en la que no faltaba la música.
Tengo una anécdota muy personal: una noche de verano, después de cenar, en Tapia de Casariego, fuimos al puerto a tomar una copa. Estaba a rebosar de gente, con un bullicio impresionante. Quiso saludar a mi padre (ya fallecido) yendo por la parte trasera de mi casa (pues la delantera da al puerto); llamamos a la puerta y salió mi padre en bata. Le dedicó unas estrofas. Impresionante ese chorro de voz. Mi padre, al que le encantaba la canción, esa noche durmió feliz. Pasaban unos extranjeros que le pidieron ¡por favor, por favor, un poco más! Así es Miguelón, porque aunque me he referido en pasado, gracias a Dios está aquí con nosotros y muy presente, y espero poder disfrutar de su amistad por muchísimos años.
El día 3 de noviembre de 2008, Miguelón sufrió un gravísimo ictus cerebral, lo que le supuso pasar varias veces por el quirófano. Pese a todos los grandes esfuerzos que lleva realizando hasta la fecha, le han quedado varias secuelas, como una parálisis del lado derecho (pierna y brazo) y la pérdida del habla, que le impide, además, hacer lo que más le gustaba (cantar). Pero lo más sorprendente, pese a esta fatal experiencia tan difícil de asimilar, son sus ganas de vivir, su alegría, su buen humor, la forma con que recibe a sus amigos. Miguelón, tienes una fuerza, un poder, una energía positiva que en esta época de tanta incertidumbre que nos toca vivir suponen un estímulo para los demás. ¿De qué nos quejamos? Eres como un faro que de alguna manera nos iluminas a todos, no dejándonos decaer, indicándonos el camino a seguir. Seguro que tu hijo Alejandro -cuya fotografía tenías siempre colgada en la habitación cuando pasabas los momentos más difíciles-, tu familia y los amigos que ahora te acompañan en estas circunstancias siempre estarán ahí. Un fuerte abrazo y nos vemos el día 16 de junio en Madrid.
Luis Carlos Méndez Fernández
Tapia de Casariego (Asturias), 18 de mayo de 2012
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