Actos civiles
No es mi intención polemizar sobre un asunto que casi todo el mundo considera baladí, pero si me gustaría matizar alguna de las afirmaciones que he vertido en mis escritos sobre el bautizo civil que recientemente aprobó el pleno del Ilmo. Ayuntamiento de Grado.
Espero no haber sido virulento en mi rechazo hacia un acto social que podría llevarse a cabo sin inundar el espacio que ocupa un Sacramento cristiano. Soy conocedor de los pormenores del evento civil. Casualmente los valores que los progenitores se comprometen a inculcar al neonato son plenamente asumidos por la iglesia Católica de base hoy en día. Algunos, como el de la solidaridad, lo lleva como una de las señas de identidad. Por tanto no detecto infierno por ningún lado.
Respeto todas las creencias, incluso el descrédito, y a estas alturas de la vida tolero casi todo, por tolerar tolero a algunos políticos que en lugar de dedicar esfuerzo, tiempo y dinero en solucionar los problemas que acucian a la sociedad, gastan salvas en fomentar falsos discursos y vanas controversias.
Me tengo por tolerante y respetuoso porque eso me inculcaron mis padres, sin necesitar de ningún compromiso firmado ni presentación en sociedad. En aquellos tiempos la salutación pública se hacía mediante las visitas de parientes, amigos y vecinos al domicilio familiar, como los tiempos cambian acepto de buen grado esta exhibición oficial del nuevo convecino ante la administración local. Solo estoy en contra de la denominación que induce a error, adultera el significado del sacramento para los creyentes, menoscaba la credibilidad del acto y deteriora la imagen de los contratantes.
En mi escrito publicado en LNE el 31 de marzo hacía un repaso al significado de la palabra bautismo y sus derivadas, reitero aquí que salvo el que coloquialmente indica que es mezclar vino con agua, ninguna le es de aplicación al acto, ceremonia o evento que reivindican los defensores del mismo.
Alguien apunta que el acto es voluntario, que nos se obliga a nadie, agradecidos debemos estar a los promotores que no se nos impongan como un añadido a la inscripción en el Registro Civil, que no nos fuercen a realizar un examen y no nos exijan certificado de idoneidad. Tampoco las confesiones religiosas que conozco coaccionan a nadie para que se inicien en las mismas.
Se aduce que los cristianos nos hemos apoderado de fiestas y actos paganos para justificar ceremonias religiosas. Es evidente que algunas celebraciones se las hace coincidir en fecha con ritos laicos, como solsticios, equinoccios. Aún así hemos visto como ciertas conmemoraciones litúrgicas de gran arraigo (Ascensión, Corpus) se han trasladado a domingo en aras de una mayor productividad, tema de gran actualidad en la polémica social.
Puesto a invadir o colonizar ritos ajenos se puede transformar la tradicional sesión vermut en misa civil e instaurar la Extremaución laica como una emotiva reunión de amigos y familiares del próximo finado para despedirle en olor de multitudes (Eso, encima dando ideas, seré cretino).
Coincido plenamente con un lector de LNE que considera estas polémicas innecesarias y estériles, para evitarlo lo mejor es no haberlas suscitado, que hay alfombras que al levantarlas dejan ver la suciedad escondida. Dedíquense los políticos a resolver los problemas de los ciudadanos que para eso les pagamos y no nos distraigan con debates triviales, es decir zapatero a tus zapatos (ahora, Rajoy a tus recortes).
No obstante para tranquilidad de los que me quieren bien y contrariedad de los que me odian este tema no me quita el sueño. Con la que está cayendo me desvelan y sobresaltan muchos otros problemas más graves y acuciantes que esta cortina de humo que le viene muy bien a los que gobiernan.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo