El triunfo del deportista, modelo para los demás
Rafael Muñoz, un nadador español, lograba la mejor marca europea en los 100 metros mariposa y el récord mundial en los 50 de ese mismo estilo. Sus tiempos son similares a los marcados por el espectacular nadador Michael Phelps en los Juegos Olímpicos de Pekín.
Nuestro país no es una potencia de la natación, por lo que la actuación de Rafael Muñoz fue noticia en todos los medios. No faltaron las comparaciones con Michael Phelps. Ante éstas, Rafael afirmó: «No sabía si le compararán o se compararán con él». No podía haber respondido mejor. Con esa frase, nuestro nadador definió sus intenciones y posibilidades dentro de la natación.
Este joven deportista es consciente de la importancia de los modelos. Por este motivo se entrena actualmente en Francia rodeado de los mejores nadadores del mundo en igualdad de condiciones.
En el plano psicoestético, y tal como demuestra Rafael Muñoz, nuestro carácter, imagen y aptitudes está condicionados por los modelos que elijamos. Bien es cierto que hay personas que se afanan por ser extremadamente originales. Sin embargo, rechazando el ejemplo de otros, ya están reconociendo su influencia sobre ellos.
Subtítulo: Rafael Muñoz, un nadador con récord mundial, ha sabido elegir los modelos apropiados
Destacado: Ahora ya es consciente de que puede ser referencia para otros, para los chavales aficionados a la natación
Rafael Muñoz, el joven nadador cordobés, sin ser quizás consciente, ya domina con soltura el valor del cómo me ven y el cómo me interpreto. Su frase es toda una declaración psicoestética. Reconozco mis modelos, pero también trabajo y me sé modelo de otros, si no en el presente, sí en un futuro.
La personalidad de este muchacho es la que Muñoz Espinalt, creador de la psicoestética, definiría como «impulsora». Rafael ha sabido elegir los modelos apropiados, se ha identificado conscientemente con ellos y sabe actualizar su relación con éstos. Empezó siendo un nadador de tiempos medios con mucho potencial, se fijó en los mejores, se fue a entrenar con ellos, los ha igualado y, ahora, es consciente de que él ya puede ser referencia para otros.
Los deportes que no conmueven, que no se aprovechan de nuestra debilidad por unos colores, necesitan de un triunfador para calar entre la gente. A más victorias y figuras, más afición y practicantes.
Los triunfos actuales del tenis español se deben en parte a quienes empezaron a ganar como Sergi Bruguera y los hermanos Sánchez Vicario. Fueron ellos quienes popularizaron el deporte de la raqueta. Los Pedrosa y Nieto y Lorenzo son la joven generación de la afición al motociclismo consagrada por Ángel Nieto. Nuestros chicos de la selección de baloncesto tuvieron en Epi, Corbalán, Romay, Iturriaga y demás valientes de 1984 a sus ejemplos, por no hablar de Fernando Martín, el primer español que jugó en la NBA. ¡Y qué hornada ha cuajado el ejemplo de Miguel Indurain! Contador, Samuel Sánchez, Valverde…
Los deportes necesitan campeones, figuras que sean el ejemplo para los chavales aficionados. Esperemos que Rafa Muñoz se consolide y en no muchos años podamos disfrutar del dominio español en la natación internacional. Para que se les compare y para que los comparen con ellos. Bravo por ti, Rafa.
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