Los gobiernos tampoco han estado a la altura
2011 será recordado como el año del coraje. La valentía de miles de manifestantes inició un clamor que recorre el mundo exigiendo dignidad. Todo empezó en el mundo árabe, donde la sociedad mantiene su lucha por la justicia y la libertad, pero muchas otras personas a lo largo y ancho del planeta comparten este espíritu emancipador, para preocupación de aquellos que detentan el poder de manera irresponsable. La primavera árabe puede convertirse en la primavera del mundo.
Pero el valor mostrado por quienes han protagonizado estas protestas contrasta con la pasividad del Consejo de Seguridad de la ONU, incapaz de llevar a cabo su función de guardián de la paz mundial, como ha quedado demostrado con su parálisis ante los crímenes contra la humanidad que se están cometiendo en Siria.
Los Gobiernos tampoco han estado a la altura. Muchos de ellos han intentado silenciar de manera más o menos cruenta la voz del ser humano. Así lo ha denunciado Amnistía Internacional en su Informe Anual 2012, recién publicado.
En julio, Naciones Unidas puede adoptar un Tratado Internacional sobre el Comercio de Armas si un número suficiente de Gobiernos del mundo lo apoyan. Una nueva oportunidad para colocar a los derechos humanos por delante de la hipocresía y el status quo.
Francisco Javier Fernández López, presidente de Amnistía Internacional Asturias
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