Tupperware

Así empezaba el 16 de mayo 2004 una carta al director que creo no se publicó en aquella fecha:

«Hasta que no lo ves en tu casa no percibes la penuria que hoy pasa en el desarrollo de la vida laboral de la juventud actual. Es el caso de cientos o miles de jóvenes que tienen su trabajo fuera de Asturias, pues su comunidad es incapaz de generar empleo suficiente para absorber la mano de obra cualificada, universitarios y profesionales que en Asturias hay».

El fin de semana se cocina, se llenan los «tupperware», se congelan y se meten en la bolsa nevera para aliviar la bolsa de la compra, que casi no tienen tiempo de hacer en sus destinos, y cargados de congelados se van camino de la estación del tren, autobús o, en el peor de los casos, el coche, la temible carretera, Madrid, Bilbao, Galicia, etcétera. Son los destinos más frecuentes, otros estarán más lejos y no podrán venir todos los fines de semana. Pasan la semana fuera y a esperar por la próxima, muchos con cargas familiares, hijos. En el horizonte tienen previsto volver a Asturias, pero malas expectativas los esperan, vuelven los cierres, las reconversiones contra el empleo fijo que nos queda después de las brutales regulaciones anteriores.

En Aceralia, con unos beneficios multimillonarios, el «plan Arco» elimina el 30% de la plantilla. Se presenta un ERE con el beneplácito del Gobierno del Estado, autoridad laboral, y lo aceptan sin sonrojo con el apoyo de los gobiernos locales, la admiración del Gobierno regional, que lo toma como modelo en su programa para dar productividad, y el apoyo de UGT y USO, a pesar del abultado recorte que supone, aunque dicen que seguirán de cerca las inversiones que esperan no sean como las esfumadas anteriores del horno eléctrico, ampliación de la acería, túnel de Tabaza, etcétera. En el sector naval, otra reconversión activo-prejubilación que lleva al mínimo de actividad y que a la próxima será a cero o final. En las otras empresas de la comarca, más de lo mismo, los empleos nuevos que se originan del contrato relevo son eventuales, como mal menor (luego serán fijos, en un siguiente convenio). En las Cuencas una mala gestión, que seguro fue a propósito, del plan del carbón deja sin afiliar mil empleos pactados, y así, suma y sigue.

Mal van a poder volver los que salieron, pues nuestros dirigentes siguen gestionando crisis y crisis, una sangría de empleos que son incapaces de parar, aludiendo siempre que el modelo de empleo en Asturias debería cambiar, pues era patrimonio del Estado, tal parece que los que trabajamos siempre para empresas públicas perdimos el tiempo y la salud en balde.

Se fomenta el turismo estacional, que para poco sirve; con un verano lluvioso o fresco, ni turismo ni turistas llegarán, olvidando que somos una región con tradición industrial.

Ya se anuncian cierres de aulas de Primaria y Secundaria, en los concertados hay pocos niños. ¿Quién cría hijos en estas condiciones?

Se da la concesión gratuitamente de la salida a la Meseta por carretera a Aucalsa otros 29 años (orden ministerial del 31-12-2004), ¡qué barbaridad, la vida laboral de un individuo! Condenados a pagar la salida a la Meseta media vida ¡inadmisible, después de sacar beneficios 30 años y no mejorar una curva en años, con algún túnel ya fuera de norma, según reglamento europeo!

Para qué seguir, ni Gobierno ni oposición mayoritaria se definen en nada. ¿Cómo vamos a salir de esta crisis? Si nuestros dirigentes no resuelven una y ya tienen otra encima. ¿Cómo van a volver los del «tupperware» si no se baja del umbral de los cincuenta y cinco mil parados? Aunque algunos, desde su segura y bien remunerada atalaya, colaboran como buenos palmeros, aunque sean foráneos, diciendo que no es para tanto, que estamos mejorando, que esto es una leyenda urbana, ¿quién lo cree? Yo no.

Así era en 2004, ahora ya, ni te cuento, dónde están los del «tupperware», solo se ve que llegamos al doble de parados, y los políticos son casi los mismos, y soluciones, ninguna, ni visos de arreglo, con estos gerentes que persisten en algunos cargos bailando la posición arriba o abajo y la postura en un Estado tan parado culpando a Bruselas, USA, el contexto internacional, la globalización u otras disculpas, pero la región, parada, y los centros de trabajo que antes tenían alguna actividad, asfixiados o muertos; los jóvenes, en la miseria, y la tendencia es para seguir. Viene un caudillo sobrado de inoperancia y soberbia con eslóganes de «gobernar a tres turnos», en solo diez meses nos embarca en otras elecciones para quedar peor, actuando de Gobierno que no llega ni a «jornada de verano», mientras esta comunidad va arrasada. ¿Hasta cuándo? ¿Seré catastrofista?

José M.ª Diez Llaneza, Avilés