En el recuerdo de Julia Sánchez Crespo
antetitulo: Necrológica
Fue una mujer valiente, extraordinariamente sociable y con brillante personalidad. Falleció ayer en Luarca, su villa natal, días después de cumplir los 90 años. Hasta el último momento conservó Julia Sánchez Crespo una curiosidad universal por cuanto ocurría en su entorno y en el mundo. Nutría sus datos y referencias como insaciable lectora de prensa y seguidora de los informativos de televisión. Una memoria envidiable la convertía en cronista verbal de las cosas, los seres y los acontecimientos de antes y de ahora. Los problemas auditivos nunca limitaron su instinto de gran conversadora ni la espontanea capacidad de «leer» el diálogo en los labios ajenos.
Última superviviente de una larga y entrañable familia luarquesa, toda su vida fue un tributo de amor y desvelo por los hermanos y sus hijos y nietos, generosa hasta el límite, estimulante para los jóvenes, incansable en el apoyo de las andaduras individuales y en la preservación del espíritu de unidad familiar. Su esposo, Manuel Martínez, la precedió en el adiós hace pocos meses, cuando había llegado a los 96 años. Residieron en Lugo durante muchos de ellos, y con la jubilación volvieron a la villa marinera con notorio deseo de religar con las raíces. No tuvieron hijos pero ella volcó en los sobrinos un instinto maternal que podía pasar de la ternura a la exigencia, del mimo al reproche, inspirada siempre por el afán de procurarles todo el bienestar posible.
Sinceramente estimada por sus convecinos, Julia Sánchez desarrolló sin desmayo los valores de la convivencia, las ilusiones compartidas, el sentimiento de formar parte de una comunidad solidaria en la que destacaba por su vibrante energía. Completó en su longeva existencia el perfil del ama de casa sin historia pero fundamental como eslabón de la historia que se hace día a día. Ya octogenaria, irradiaba tanta fuerza y simpatía como en su juventud. Parecía inasequible a la decadencia de la edad y deja en todos la huella de lo que permanece, del referente social y humano que no es posible olvidar porque de esa calidad depende que el mundo siga adelante.
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