Voleibol astur, campeonato nacional adulterado
La adulteración es el acto por el cual se falsifica un producto. Siendo aquel que ha sido privado, en forma parcial o total, de sus elementos útiles o característicos, reemplazándolos, o no, por otros inertes o extraños de cualquier naturaleza, para disimular u ocultar alteraciones, deficiente calidad de materias primas o defectos de elaboración.
Pues bien, el Campeonato Nacional de España de voleibol femenino, categoría infantil, se celebrará en Arriondas y Cangas de Onís del 20 al 24 de junio, y como hasta hoy día mandan los reglamentos, el equipo organizador jugará en dicho campeonato.
Por tanto, en este torneo deberían jugar como organizador el Voleibol Sella, como campeón de Asturias el Colegio San Ignacio de Oviedo y ocupando una plaza extra por derecho al conseguir un equipo asturiano un sexto puesto el año anterior en el nacional, la AD La Curtidora de Avilés como subcampeón de Asturias, dando la casualidad de ser el equipo que ganó esa misma plaza extra el año pasado en el nacional de Barcelona.
¿Cuál es la sorpresa?, que sale el sorteo y resulta que aparece como equipo organizador el San Ignacio de Oviedo que conforma la cabeza del grupo A, donde tendría que estar el Voleibol Sella. ¿Error? Pues no, no es un error.
Resulta que claramente en un acto de arbitrariedad total destinado al apoyo y beneficio del San Ignacio de Oviedo, la cabeza de la Federación Asturiana de Voleibol realiza sin consultas y a saber con qué artes un pucherazo con el que de un solo golpe manda al Voleibol Sella al más infinito de los carajos, no sólo le arrebata el título de organizador, también la supercodiciada posición de cabeza del grupo A donde se encuentran los rivales más débiles de España, mandando al Voleibol Sella al grupo E con los más duros de la categoría, que presumiblemente pasarán por encima del relegado equipo astur para bochorno de sus familiares en su propio pueblo.
También se carga la Federación el trabajo realizado por las honradas gentes de Arriondas y Cangas de Onís que ahora verán la palabra Oviedo usurpando su labor sin haberla trabajado.
Y todo esto sin sopesar que por quitar la organización al Voleibol Sella debería desaparecer de la competición, pues si no es ni campeón, ni subcampeón, ni organizador, qué pinta en el Campeonato de España.
Esto es lo que se consigue por la prepotencia de los cargos y amiguismos, por querer beneficiar a dedo a un equipo asturiano se perjudica a la totalidad de los tres, al deporte asturiano en general y a la comarca organizadora. ¿Qué pensarán de nosotros los demás participantes?
Al Voleibol Sella se le aparta como a un paria de un grupo fácil que debería hacerle llegar a un buen puesto. El San Ignacio, como campeón, debería luchar con lo que le tocara y no acceder a semejante humillación para sus vecinos y brillante imagen deportiva y solidaria que van a dar al resto. Ahí van las enchufadas, comentaran el resto de autonomías de España, buen cartel cuelgan a sus jóvenes deportistas que tan bien lo hicieron este año, ejemplo de ética deportiva, sí señor.
Desde la Federación se empeñan en defender lo legal que es lo realizado y que no tiene por qué desaparecer de la competición el Voleibol Sella al contabilizarse tres plazas y repartirlas como se quiera. ¿Será legal?, puede ser. ¿Ético?, en ningún caso. ¿Perjudicial?, claramente. Los asturianos, ya marcados de por si por las pobres cotas deportivas, encima tachados de tramposos y oportunistas.
Como decía hace poco mi amigo José María García, Asturias es una ruina deportiva, y tendremos que darle la razón a tenor de estas dictatoriales y lúgubres decisiones de personas que se perpetuán en los cargos sin rendir cuentas.
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