Un país ejemplar
Lo es hoy España, que está a la cabeza de los demás países de Europa, destrozados por la crisis y sus funestas consecuencias. Y todo porque sus gobernantes son unos fracasados, cosa que no ha ocurrido aquí, porque Zapatero, hoy premio Nobel de la Paz, y después Rajoy, condecorado por la Real Orden del Tijeretazo y el Recorte, han sabido salvar al país y sacarlo indemne de la crisis y recesión, cerrando el Inem por defunción. Sí, porque hoy todos tienen trabajo, y en casa un jamón. Socialistas, comunistas, separatistas y populares, todos iguales, y del brazo pululan por plazas y calles. En cuanto a vascos y catalanes, más españoles que nadie. Todos unidos bajo una misma bandera, el mismo idioma, con perras y trabajo, y la crisis y todo lo demás, al carajo.
Nada, que España hoy es Jauja, un paraíso, la Arcadia feliz que soñara nuestro don Armando. El cambio ha sido asombroso, como podemos ver, por ejemplo, en Rubalcaba, presidente de la Lola (Liga Ofensiva Laica), embajador de España ahora en el Vaticano. El Rey es querido y venerado, hoy, hasta por Ezquerra Republicana. Otro tanto ocurre con Izquierda Unida, debiendo destacar que Lara se ha hecho caballero de la Orden de Santiago, y Llamazares es numerario del Opus Dei, trabajando como médico en una misión católica en Angola. Y esto sí que mola. Otegui, que de Alcalá-Meco pasó a ser visitante asiduo de la Casa Real, habiéndole concedido el Rey el título de conde de Batasuna. En cuanto a ETA (Estamos Todos Arrepentidos), integrada ahora en las Fuerzas Armadas, forman una unidad de combate en Afganistán.
Y como de asombro, cambio y sorpresa vamos, ahí tenemos a UGT y a CC OO, que, con la Patronal, forman ahora una única asociación que presiden, conjuntamente, Méndez y Botín. Toxo, a su vez, es el responsable del Club Laboral de Viajes y Cruceros, que es gratuito tanto para empresarios como para trabajadores. Todos hermanados ahora y alternando en restaurantes de cinco tenedores. Sí, asombroso, señores. Ahora sí que España es una, grande y rica nación, envidiada desde la gélida Islandia hasta el amarillo Japón. Nada, que, como dijera Alfonso Guerra, hoy hermano mayor de la Santa Cofradía de la Macarena, no la conocería ni la madre que la parió.
Pero, como dijera el poeta, la vida es sueño y los sueños, sueños son. Bueno, pues sigamos soñando para evadirnos de la catastrófica realidad, que nos va a dejar hasta sin calzón.
Ricardo Luis Arias
Aller
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