La lealtad

28 de Junio del 2012 - José Antonio Coppen Fernández

Cuando la desconfianza entra por la puerta, el afecto sale por la ventana. La lealtad no es otra cosa que el sentimiento que nos conduce a un compromiso en distintas facetas de la vida humana, incluidas amistades y familiares. Hay que ser leal a uno mismo, de lo contrario es difícil –por no decir imposible– serlo con los demás. A ello se refirió Shakespeare cuando hace siglos nos aconsejó: «Sé fiel a ti mismo y a ello seguirá, como la noche sigue al día, que no puedas ser falso con otra persona».

Subtítulo: Entre el afecto y la confianza

En la humildad se encuentra más fácil la lealtad; con soberbia, todo lo contrario. Quizá sería más ajustado este comentario bajo el título de «La deslealtad», sencillamente porque puede que, en general, se prodigue más la traición que la fidelidad en los comportamientos. Que el lector decida qué epígrafe se adapta mejor a su experiencia. La nuestra arroja un balance en el que, en bastantes más ocasiones, la lealtad se exige, pero no se sirve recíprocamente en bandeja. Y entendemos que, al igual que el respeto, la lealtad es una vía de doble sentido, aunque muchos la consideren de única dirección: la que les permita transitar a sus anchas.

En la nobleza del hombre también puede brotar el germen de la verdadera y sólida lealtad, que es donde se cultiva la generosidad entre los seres humanos. Por eso, para no confundirnos en las relaciones con nuestros semejantes, hemos de ser pulcros a la hora de exteriorizar la expresión de nuestro afecto y compromiso. Evitemos hacerlo a la ligera, alegremente. No es aconsejable precipitarse, porque nadie nos viene empujando a hacerlo. Requiere su tiempo para luego no tener que arrepentirse por falsos espejismos que nos indujeron a ello prematuramente. Como no se come el pan hasta que fermente, no debemos entablar nuestra lealtad a través de los sentimientos de afecto. Hágase un examen de conciencia y podrá comprobarse cuántas veces le sorprendió el error cometido.

Como la lealtad requiere exactitud en el cumplimiento de los compromisos, así como en la correspondencia de los afectos, es muy importante poner especial atención –desde la óptica de la capacidad de observación de cada uno– en los comportamientos humanos, para controlarlos, aceptarlos o huir de ellos. Lo que se requiere igualmente es una buena dosis de paciencia y de prudencia. Malo es quien maquine contra un amigo, porque vulnera subrepticiamente la confianza que ha depositado.

Cartas

Número de cartas: 45133

Número de cartas en Abril: 149

Tribunas

Número de tribunas: 2037

Número de tribunas en Abril: 6

Condiciones
Enviar carta por internet

Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.

» Formulario de envío.

Enviar carta por correo convencional

Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:

Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo
Buscador