El hambre de nuestras vidas
A diez mil kilometros de casa, yo también trabajo en una mina. Podría decir que en el fondo también soy minero; pero ya me gustaria a mi ser tan sumamente guay como los mineros. Para mi son supeheroes, tienen el que es sin duda el peor trabajo de la humanidad: muchas horas lejos de los suyos, un entorno que les hace mierda el cuerpo a base de polvo y oscuridad y la siempre presente amenaza de la muerte, en forma de derrumbe, explosión o accidente. Aqui los mineros también se ponen en huelga, también cortan carreteras y también escorren a carabineros (y carabineros también escorre a los estudiantes, cosas de la vida) y sin embargo son héroes. ¿por qué entonces en españa los mineros son villanos?
Hoy leí una carta escrita por un minero de Turón, del pueblo de mi señor padre. Se llama Juan José Fernández y no lo conozco, pero sé que es mi amigo. Esa carta, que pueden leer ustedes en http://realidadeconomica.es/carta-de-un-minero-para-explicar-la-realidad-de-su-situacion/ no solo desmitifica las mentiras que corren de boca en boca sobre el drama que las cuencas llevan viviendo durante ya muchos años, y que ha cristalizado en las protestas que tanto ignoran los medios de comunicación; sino que evidencia el problema real de esta sociedad; con permiso de Juan José voy a reproducir sus palabras literalmente: "Os invito a todos a que salgáis de vuestras casas y defendáis lo vuestro. Quedándoos en casa, estáis permitiendo que poco a poco consigan meteros el hambre en vuestras vidas".
Divide y vencerás. Hay que tomar conciencia, todos, de que la lucha de los mineros es la lucha de todos. Igual que la lucha de los funcionarios, los perroflautas, los profesores, las amas de casa y todo aquel que tenga que dar un palo al agua. Cada vez que un trabajador le da la espalda a otro, en algun lugar del mundo se rescata a bankia.
Allá en vuestras conciencias. ¡Un aplauso para los mineros!
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