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Persecución a los dueños de perros

25 de Junio del 2012 - Covadonga Menéndez de la Torre (Gijón)

Desde hace un año, más o menos, los dueños de los perros en Gijón sufrimos una persecución, me atrevo a llamarla así, por parte de las autoridades municipales.

Las zonas donde podemos soltarlos son pocas, muy pequeñas. Algunas están pegadas a la carretera, con el consiguiente peligro para perros y automovilistas, y otras están atravesadas por carril bici.

Ahora, con el buen tiempo, en zonas delimitadas para perros sueltos como la que hay en la plaza de Cecilio Blanco Blanco (contigua al ambulatorio de especialidades de Pumarín) la gente se pone a tomar el sol con toallas, tumbonas, etcétera, y que Dios libre a tu perro de «molestar», porque aunque estemos en la zona adecuada tenemos todas las de perder.

La gente protestó lo indecible, consiguiendo que los perros no pudieran bajar a la playa mucho tiempo antes de que llegara el buen tiempo, y ahora en vez de utilizar la arena para tomar el sol, ¡lo hacen en la zona habilitada para los perros!

La Policía Municipal anda la caza y captura de posibles infracciones cometidas por los dueños de los animales, y si se te ocurre atar a tu perro en una plaza, a las diez de la noche, aunque prácticamente no haya gente, es muy posible que aparezcan y pongan una multa que oscila entre 400 y 700 euros.

Uno de los pocos sitios en condiciones que tenemos es el parque de Viesques, que ahora está totalmente controlado para que tu perro no se pase un milímetro de la zona, lo que supone un problema grande, porque te arriesgas a una buena sanción.

No nos digan que los perros son el mayor problema para la convivencia en Gijón, los botellones y demás alborotos no importan. ¡Ya está bien, por favor!

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