Fechas por Ampero
¡Hay vienen los madrileños ¡Con esta frase nos recibía Amparo, cada vez que llegábamos a Ceceda (Nava). No se como lo hacia, pero siempre que llegábamos, estaba por allí para dedicarnos la frase. Yo siempre le decía Amparo que yo también tengo mi parte Asturiana, que mi apellido es Feito y mi madre es asturiana. Ella siempre me decía, es igual, si vives en Madrid eres Madrileño.
Para mis amigos/as escabecherus, este ha sido un año duro, por los vecinos/as de Ceceda que nos han dejado. Sentimos muchísimo todas estas ausencias de gente de su pueblo, que han dejado un gran recuerdo en todos/as los vecinos/as de Ceceda y de aquellos que nos habéis adoptado como uno mas del pueblo, que es como nos sentimos Mariza y yo.
Si ya con Dolores me costó trabajo escribir, ahora me es mucho mas difícil.
Tengo varias anécdotas que contar con Amparo.
Cuando llegamos a Ceceda, una tarde subía de casa Olvido para nuestra casa y observe como aquella señora en la pronunciada cuesta, me adelantaba como si fuera en coche.
En la fiesta del Carmen de nuestro primer año, María Jesús estaba subastando el Ramu y cuando llego el turno de las galletas de Amparo, yo me pregunte si era una marca. Desaparecieron las galletas en dos minutos. Cuando pregunte me dijeron: ¡ Que marca, ni que narices, son las galletas de tu vecina de enfrente ¡
Mi amigo Jovino, me conto que cuando era guaje, Amparo cogía a los niños del pueblo y los llevaba de excursión a algún sitio cercano. Lo pasaban fenomenal y al final del día tenia galletas para repartir a todos.
Los sábados por la mañana, a eso de las dos, Amparo venia a nuestra casa para traerme los resultados de la lotería nacional. Lo copiaba todo de la radio con terminaciones y premios. Sus números y su letra eran perfectos. Yo la decía gracias Amparo, mañana no compro el periódico. Lo mejor es que no leía el papel, que siempre se lo llevaba, me lo decía la cabeza.
Todo esto seria algo normal, sino fuera por que Amparo tenia 94 años.
Siempre que llegábamos, como en casa nos da mal rollo tirar el pan, le traíamos el pan duro para sus gallinas. Siempre me decía lo mismo: ¡ Pero como es posible traer pan desde Madrid para una gallinas ¡
Amparo este ultimo año ha tenido un detalle ejemplar con Mariza, que según me cuentan los vecinos de Ceceda, no ha tenido con nadie, si no es así, me gustaría que me corrigieran. No solo le dio la receta de las galletas, sino que las hizo con ella varias tardes del otoño y el invierno pasado.
No solo las galletas, también la empanada, el bizcocho y el arroz con leche.
Cuando preparábamos esos postres y lo compartíamos con alguien del pueblo, siempre nos decían: ¡ Esto lo hizo Amparo ¡.
Ahora tendremos que decir siempre:¡ Fechas por Amparo ¡
Tabo, mi amigo, siempre me dijo que era como su madre y nosotros sabíamos que era así, por que ella siempre nos decía que Tabo era su hijo pequeño.
Si el día de mañana se vuelve a conceder el premio del escabecheru de oro, propongo que se lo den a Amparo, pero en forma de Galleta.
A toda la familia de Amparo y de nuevo al pueblo de Ceceda les enviamos un abrazo muy fuerte de Mariza y mio. Un abrazo muy grande para Tabo mi amigo.
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